Porco Rosso

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domingo, 1 de marzo de 2015

CREPÚSCULO de Catherine Hardwicke - 2008 - ("Twilight")


La joven Bella Swan ha cambiado de vida y de ciudad: ha dejado Phoenix, en donde vivía con su madre, para instalarse con su padre en la pequeña localidad de Forks, un lugar algo aburrido y que no tiene nada especial. Allí sin embargo, en el instituto, conoce a Edward Cullen, un joven misterioso por el que se siente atraída... Entre ambos está a punto de empezar algo especial... Y peligroso.


El principal problema de una saga como la de "Crepúsculo" no radica en que sea más o menos ñoña, en que sea más o menos pastelosa, en que su historia de amor sea más o menos tonta. El principal problema de una saga como la de "Crepúsculo" es que es aburrida, profunda e insoportablemente aburrida. Adaptaciones cinematográficas de otras sagas como "El Señor de los Anillos" o "El Hobbit", "Harry Potter" o "Los Juegos del Hambre", por poner ejemplos gruesos de sagas fantásticas últimamente de moda, pueden tener sus fallos (hay entregas buenas y entregas malas, unas se pasan con la acción, unas se pasan con el romance, unas se pasan con la comicidad...) pero son esencialmente divertidas salvo casos excepcionales ("El Retorno del Rey" está demasiado alargada, la segunda y la antepenúltima entregas de la serie de "Harry Potter" son malísimas, "El Hobbit III" es un despropósito...). Entretienen básicamente. E incluso cuando son películas malas se pasan de forma aceptable entre combate y combate. ¡Qué menos se le puede pedir a una película de aventuras o supuestamente de aventuras! "Crepúsculo" no entretiene. Es más: aburre, como he dicho. Todas sus entregas.


Un enfrentamiento amoroso entre dos razas míticas del imaginario fantástico mundial como son los vampiros y los hombres lobo da para mucho a priori... Pero aquí no da para nada. No hay alma, no hay acción interesante, la trama es lenta y soporífera, los diálogos no dicen nada, los vampiros y los hombres lobo son sosos y lánguidos, ni un sólo personaje tiene algún carisma especial y los villanos son muy flojos. No hay épica, no hay aventuras de riesgo: todo es un deambular de un lado a otro por una historia de amor que es una plasta intragable, que no tiene emoción porque se ahoga en azúcar de fábrica barata. No, así no se hace una saga fantástica épica.


Curiosamente, "Crepúsculo" ha conseguido "malear" a todos sus directores, algunos de ellos más que aceptables. Catherine Hardwicke, que hizo dos películas buenas anteriormente como "Thirteen" o "Los Amos de Dogtown", metió la pata hasta el fondo con su primera entrega, esta "Crepúsculo" a secas. Chris Weitz entregó "Una vida mejor", una muy buena película, en cuanto se libró de "Luna nueva". David Slade sorprendió con "Hard Candy" y lo hizo bien con "30 días de oscuridad" y de repente se comió con papas "Eclipse". Y Bill Condon, autor de maravillas como "Dioses y monstruos" y cosas más que aceptables como "Kinsey" o "Dreamgirls", se encargó del trauma de cerrar la saga con las dos partes de "Amanecer". Ni uno de ellos, pero es que ni uno, ha conseguido entregar algo mínimanente aceptable. Las cinco películas de esta saga apestan, pero apestan por aburrimiento. Imperdonable en un producto así: esta primera "Crepúsculo" es una película que sume en el letargo a cualquiera. Y hay cuatro más.

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