Nada más regresar a 1985, Marty, junto a Jennifer, es recogido por Doc y transportado al año 2015, en el que el hijo de ambos, Marty Junior, va a ser encarcelado por culpa de Griff Tannen, el pérfido nieto de Biff. Tras impedir esto, retornan felizmente, una vez más, a su época. Sin embargo, todo ha cambiado misteriosamente: Biff es un multimillonario que se ha adueñado de Hill Valley, ciudad en la que reinan la criminalidad y la corrupción, y para colmo está casado con la madre de McFly, a la que maltrata. Marty descubre además algo terrible: su padre murió en 1973. Junto a Doc, tendrá una vez más que cambiar el curso del tiempo, por lo que ambos habrán de volver a 1955 para averiguar qué hizo que Biff se transformarse en lo que es en 1985...
“Regreso al futuro” no fue inicialmente creada como una trilogía, pero, ante el éxito abrumador de la primera y en un principio única entrega, Robert Zemeckis rodó, tras la genial y también mítica “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”, las dos continuaciones de esta saga que nos ocupa, ambas de manera simultánea y que fueron estrenadas en 1989 y en 1990 respectivamente. “Regreso al futuro II” es una fascinante secuela que conserva y que además potencia todos los grandes méritos de su antecesora: la trama, aún más enrevesada si cabe pero igual de escrupulosamente ensamblada (es prodigioso además cómo aparece hilvanada con la del primer “Regreso al futuro” completándola y sin dejar una sola fisura), vuelve a llevar al espectador a través del tiempo (ahora tres épocas: 1955, 1985 y 2015) en una cascada contínua de guiños, sorpresas, homenajes y autohomenajes (a toda la trilogía, ya que se puede ver al villano de la tercera entrega en una televisión en ésta, por ejemplo) con unos diálogos igualmente inteligentes, ágiles y divertidísimos y con unas escenas de acción todavía más espectaculares debido al incremento y al perfeccionamiento de los efectos especiales (sobre todo las que se desarrollan en el futuro y las protagonizadas por el De Lorean –ahora con más escenas de vuelo- y el aeropatín).
La historia se centra en esta ocasión, además de en desarrollar más aspectos de Marty McFly y de su familia (en la que por desgracia falta el carismático Crispin Glover, cuyo personaje “muere como consecuencia de los cambios temporales”), en la del villano de la saga, Biff Tannen, que crea su propia distopía en el Hill Valley de 1985 con la revista deportiva que le transforma en multimillonario y en dueño absoluto de la ciudad (ya en “Regreso al futuro III” el protagonista principal será Doc, que encontrará el amor en el salvaje oeste). “Regreso al futuro II”, película conscientemente inconclusa para dar paso a su secuela, es tan divertida o más como su antecesora y toda una delicia para los públicos de todas las edades. “Regreso al futuro III”, aunque tendría un argumento ya más lineal, también conservaría por suerte estas caracterísiticas.
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