Un misterioso y siniestro grupo de ninjas está llevando a cabo operaciones secretas en Nueva York, que cada día se hunde más en la delincuencia. La periodista April O'Neal está investigando a este clan... Y está a punto de descubrir que la ciudad no está desprotegida: cuatro héroes van a defenderla; cuarto héroes especiales y también expertos en las artes marciales.
Este año, con Michael Bay a la cabeza de la producción, se han reiniciado las aventuras de Las Tortugas Ninja con esta horrenda y despreciable "Ninja Turtles" que acaba de llegar a las salas y que se va a hacer con el honor, y a pulso, de ser una de las mayores porquerías del mencionado 2014. El desprecio por el espíritu del material original de los cómics de los años ochenta es total y absoluto y, además, la trama de la película da auténtica pena y hasta su zafio aspecto técnico deja mucho que desear. A Bay se le ocurre darle la batuta de la dirección nada más y nada menos que a Jonathan Liebesman, autor de bazofias como "Invasión a la Tierra" o "Ira de titanes". Con esto queda todo dicho. La historia de esta cosa (si es que se le puede llamar cosa) no puede tener más lagunas. En serio: pocas películas he visto este año que estén tan mal hechas. Pero mal hechas con todas las letras. No basta con que los personajes sean meros moldes, ni con que los diálogos sean diarreicos, ni con que el humor sea de pura vergüenza ajena, ni con que los diseños de las Tortugas Ninja o el Maestro Splinter sean feísimos (qué feos son, madre mía, es que caen hasta antipáticos), ni con que el Despedazador sea un Transformer, ni con que las escenas de acción sean tan mediocres... No, no basta. Encima, Liebesman y Bay y la madre que los parió parece que escribieron el guión en una tarde, porque no puede tener todo más incoherencias de las que tiene.
El Despedazador le da una paliza al Maestro Splinter y no se cerciora de que esté muerto. La escena la repite poco después con Raphael. Claro, así es normal que caiga derrotado. Hay también en la historia elementos maravillosos como una máquina hecha para atrapar a las tortugas con un botón que inyecta adrenalina a sus prisioneros... Para que puedan liberarse. Y un paraje nevado a las afueras de Nueva York al que se llega en diez minutos. Y, además, los soldados del Foot Clan superan en inutilidad a los de la serie de los años ochenta, que ya es decir. Y también hay un villano secundario que le cuenta medio plan a April O'Neil por la cara. ¡Y qué April O'Neil más terrible la de Megan Fox, que sólo luce cuerpo y pone caras orgasmicas! Todo en "Ninja Turtles" es un horror. Todo. Hasta su estética: puro Michael Bay; es decir, pura explosión innecesaria, pura cámara desbocada sin sentido ni sensibilidad, pura pirotecnia de la más barata. No se salva nada en esta película, pero lo que es absolutamente nada. Lo mejor es que ha sido un éxito y que para 2016 tendrá una secuela en la que sacarán a personajes que en esta no han aparecido como Casey Jones o Rocksteady y Bebop. A temblar.
El diseño de las tortugas es horrible, el de la peli de Barron con muchos menos medios es infinitamente mejor. Creo que la película falla principalmente en tratar de dar una vision adulta y muy a lo "El caballero oscuro" de unos personajes y universo que lo que piden a gritos es otra cosa, algo mucho más divertido y autoparódico. Es una oportunidad perdida de hacer la gran película de las Tortugas Ninja.
ResponderEliminarSaludos.