Un grupo de aventureros de toda clase y condición cruza sus caminos en las profundidades de Mali: todos buscan un misterioso búnker que el pintor y escritor francés François Augiéras abandonó en medio del desierto, enterrado en la arena y cargado de supuestos tesoros artísticos, para que fuera encontrado en el siglo XXI. Ante ellos se abre un periplo alucinante que les va a plantear, además, numerosas preguntas sobre sus propias vidas.
Tanto "Los pasos dobles" como "El cuaderno de barro," obras muy diferentes aunque hermanas de Isaki Lacuesta, suscitaron y todavía suscitan una enorme polémica: para muchos son sendos bodrios y para otros sendas obras maestras. "Los pasos dobles" tuvo hasta su polémica en su día en el Festival de Cine de San Sebastián (según he leído, y no sé si es cierto pero he encontrado varias fuentes supuestas que así lo afirman, el director mexicano Arturo Ripstein tachó al festival de "subnormal" cuando le dieron al filme de Lacuesta la preciada Concha de Oro). "Los pasos dobles" plantea, una vez más, una aventura a caballo entre el documental y la ficción en la que, como en "Cravan VS Cravan", se investiga algo que no se sabe con certeza si es ficticio o si es real y de lo que se tienen bastantes pocas pistas (y las pocas que son aparecen difusas y pertenecen casi al espacio de la leyenda): un bunker perdido en el desierto de Mali que supuestamente dejó lleno de "tesoros artísticos" el pintor y escritor francés François Augiéras, hombre polifacético que al parecer fue un gran aventurero. La figura de este artista se contrapone y une a la del pintor español Miquel Barceló, que tiene desde hace décadas un taller de trabajo en la propia Mali (y sobre el que versa el documental "El cuaderno de barro", paralelo a esta obra y que comentaré mañana). Isaki Lacuesta sigue las aventuras de un grupo de personajes que parece representar cada faceta de la vida de Augiéras y lo hace, como he dicho, con un estilo de documental que rueda tanto propio documental (valga la redundancia) como ficción.
"Los pasos dobles", reflexión sobre la vida y el arte y sus diversas relaciones, es una obra compleja y, sí, pretenciosa en bastantes de sus partes. Presenta momentos de gran naturalidad y otros de clara pedantería. Sin embargo, sí que presenta, con estos fallos, algo novedoso, y más en el panorama del cine español actual. Se ama o se odia, casi no existen los puntos medios, aunque eso es algo que a prácticamente toda la obra de su creador le viene pasando desde su inicio. Hay enigmas que deja sin resolver, y nunca queda claro cuándo lo que cuenta es real y cuando es ficción (de las leyendas que circulan en torno a Augiéras o de la propia cosecha del director). Las imágenes que destila son bellísimas; el África profunda de Lacuesta es una maravilla y está retratada con una riqueza sin par. Tiene el filme todos los ingredientes para ser una propuesta ciertamente para tener en cuenta pero también todos para ser fallida (la sensación total que deja su desenlace es la de no llevar a ninguna parte, aunque eso depende también del ojo con el que se mire -y el recurso de amparo en la ambigüedad hace aquí bastante de las suyas-). Recomendable en todo caso y, con todo lo bueno y lo malo que tiene, a mi me parece una película única.
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