El Imperio Romano domina la mayor parte del mundo conocido con mano de hierro. María, una joven judía virtuosa y bondadosa de Nazaret, se queda embarazada sin haber estado con ningún hombre. Una terrible polémica estalla en su pequeña comunidad y su prometido, el joven carpintero José, la repudia. Sin embargo, José recibe una señal... María ha sido embarazada por el poder de Dios y lleva en su vientre al Mesías que cambiará para siempre el destino de la humanidad. José recibe además otro aviso: el pérfido Rey Herodes, el odiado vasallo de los dominadores romanos, quiere matar al niño y ellos han de huir para salvarle...
Curioso el caso de Catherine Hardwicke, que después de haber abordado dos dramas juveniles más que loables como fueron "Thirteen" y "Los Amos de Dogtown", se puso a rodar una película religiosa, esta "Natividad", antes de tomar la primera entrega de la horrible saga de "Crepúsculo" y rodar después un bodriazo como su "Caperucita Roja" de 2011. Las películas bíblicas son raras hoy. Su época de oro pasó hace mucho tiempo y el cine religioso ha perdido un enorme fuelle en una sociedad consumista (occidental por lo menos) donde la religión, por suerte, no es ya un asunto de primer orden desde hace bastantes décadas (por mucho que religiosos de todas las confesiones se empeñen en berrear lo contrario y dar cabezazos sin cesar contra la misma pared). En 2004, sin embargo, Mel Gibson estrenó su polémica "La Pasión de Cristo" y, tal vez, los productores de una película como "Natividad" vieron una oportunidad de intentar colarla para un estreno dos años después con cierto éxito. No fue así: la película pasó sin pena ni gloria y hoy está bastante olvidada. En honor a la verdad hay que decir que no es un mal filme pero que, desde luego, y como le pasa a la grandísima mayoría de los filmes bíblicos (salvo excepciones como "La última tentación de Cristo" de Martin Scorsese o la recién estrenada "Noé" de Darren Aronofsky todos se limitan a representar una y otra vez los actos de siempre sin aportar nuevas lecturas), presenta una historia que nos sabemos ya todos de memoria.
"Natividad" narra todo el tinglado del nacimiento de Jesús de Nazaret, con la polémica de la Virgen María que se queda embarazada por el poder de Dios personificado en el Ángel Gabriel ante una comunidad judía oscurantista e intransigente, las dudas de San José (personaje al que, en comparación con otras versiones de esta parte de La Biblia, se le da una notable importancia aquí), la persecución del Rey Herodes, la huida de las autoridades romanas y la esperable adoración de los Reyes de Oriente que augura el nacimiento del esperado Mesías. Hay que decir que Catherine Hardwike realiza un buen trabajo en la dirección: la adaptación es buena (aunque sin sorpresas, como he dicho; que nadie se espere alguna lectura nueva de este mito bíblico), los actores son buenos y la ambientación y el vestuario son buenos. No hay mucho más campo de acción. "Natividad" es una película casi exclusivamente para cristianos, para completistas de filmografías, para amantes del cine histórico o para personas muy interesadas en La Biblia o en el periodo que el filme retrata.
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