LA GRAN FAMILIA ESPAÑOLA de Daniel Sánchez Arévalo - 2013 - ("La gran familia española")

Efraín se casa esta tarde con su novia de toda la vida, la chica a la que ama desde los tiempos del colegio. Esta tarde también es la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, en la que España se enfrenta a Holanda. En la finca de la familia de Efraín se va a celebrar la boda mientras se ve el partido. Efraín no lo sabe, pero tanto él como sus hermanos se van a enfrentar también al reto más importante de sus vidas: las cosas en su gran familia están a punto de cambiar para siempre a raíz de inesperadas noticias.

Daniel Sánchez Arévalo se ha labrado, con sólo cuatro películas y a pulso, un lugar en la comedia española actual que sigue de cerca en éxitos y en fama (aunque no los alcance aún) a "grandes" (obsérvense las comillas) directores "rompetaquillas" como son Santiago Segura (que ha hecho de su agotadísimo y sobreexplotado "Torrente" -su primera entrega es reivindicable- su infame mina de oro -y a finales de este año tenemos la quinta parte de sus aventuras... pufff-) o Emilio Martínez-Lázaro (que ha hecho doblete con dos de las comedias españolas más rentables de las dos últimas décadas: "El otro lado de la cama" y la actualmente en las salas "Ocho apellidos vascos"). Su filmografía es irregular pero ha entregado, por lo menos, dos películas destacadas:  el drama "Azuloscurocasinegro" y la comedia "Primos", que es su mejor obra con diferencia; una película fresca, humilde y que combina a la perfección la mencionada comedia con una trama con una mínima hondura (pero no pretenciosa ni pedante) sobre las relaciones humanas. Sus otras dos películas son, por otra parte, las que dan el nombre de "irregular" a su obra conjunta: la fallida "Gordos" y esta "La gran familia española", que pretende repetir la fórmula de "Primos" pero que se hunde por tener un cuerpo excesivamente descompensado y unos gags flojitos, flojitos, flojitos.

Volvemos a tener los asuntos de "Primos": ahora son un grupo de hermanos los que se enfrentan a los dilemas de la vida y los solucionan estando unidos. Asuntos como el amor, las relaciones familiares de toda clase, los traumas infantiles y juveniles, la amistad, el compromiso, la enfermedad y la muerte, el paso del tiempo, las frustraciones de los sueños fracasados y también la crisis económica actual se ponen en la palestra y pivotan alrededor de un mensaje final optimista que anima a todos a, con la excusa del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, que ganó España cuando pocos se lo esperaban, estar unidos ante la adversidad. La cosa es que, como he dicho, el cuerpo del filme falla porque está muy descompensado entre la comedia y el drama y, además, tiene un montaje abrupto. Los gags, por otra parte, han perdido la frescura de los de "Primos": la gran mayoría se basan en tópicos y no tienen excesiva gracia. Sí hay algo en "La gran familia española" que está bastante bien: su desenlace, equilibrado con las dosis justas de drama y de historia de superación, y con una sorpresa efectiva. Sin embargo, no consigue levantar un conjunto bastante descafeinado y decepcionante en donde hasta las actuaciones no convencen (y miren que muchos de los actores de la cinta, aquí titubeantes, son fantásticos y han trabajo antes muy bien con el director). No se trata este de un mal filme, pero sí que está lleno de irregularidades y por ello es bastante olvidable.