Documental sobre el artista y activista chino Ai Weiwei, sobre su obra, la intención de esta obra y su lucha constante y provocadora contra el poder establecido en China.
En un contexto de capitalismo agresivo y, además, de crisis económica global que ya va para siete años de duración, de recorte de derechos para salvar a bancos, de políticos, empresarios, reyes y sindicatos corruptos; de desilusión con respecto al sistema, de mucha crítica en la barra del bar (deporte internacional) y de mucho "todo está perdido y no podemos hacer nada y por eso no voy a ninguna manifestación aunque sí que saldré hoy de copas", la odisea del artista chino Ai Weiwei por denunciar las injusticias que se dan en su país (si piensan que en España o en ciertas partes de Europa o en los USA las cosas apestan espérense a ver la China que retrata esta película) es uno de los mayores soplos de aire fresco y una de las mayores llamadas a la lucha contra el sistema de nuestros días. Ai Weiwei es muy conocido por su particular arte, pero también lo es por su férrero y activísimo activismo: enganchado todo el día a las redes sociales (enganchado desde un buen sentido), no para de denunciar por medio de ellas los desmanes del gobierno de su país, lo que le ha metido y le mete en problemas (el último que retrata el documental, una pena de 81 días encerrado tras haber sido "secuestrado" -literalmente- por la policía china).
Ai Weiwei es un ejemplo para seguir en estos tiempos, un ejemplo que desprende vitalidad y optimismo a pesar de que ha sido reprimido en miles de ocasiones. Alison Klayman, debutante en el largometraje por lo que he leído, rueda en "Ai Weiwei: Never sorry" dos años de la vida del artista y, además de hablar de las líneas básicas de su arte, de su intencionalidad, habla de cómo enfoca y lleva a cabo su constante lucha política y el papel básico que internet tiene en ella. A pesar de estar censurada por el gobierno chino, internet, la imprenta del siglo XX, sigue siendo la mejor de las armas, el lugar desde el que Weiwei denuncia sin cesar los desmanes de "la casta" china y desde el que crea opinión y debate. Desde los muertos en el terremoto de Sichuan de 2008 a causa de viviendas mal construidas hasta la agresión (grabada) que él sufrió por parte de un policía que le pegó casi sin preguntar pasando por el derribo por orden del gobierno de su centro de creación: todo está en internet y en el documental, y todo configura un fresco completísimo de una de las carreras por el arte y contra el poder más destacadas de las últimas décadas.
"Ai Weiwei: Never sorry" es un documental que no innova en sus formas y que sigue una progresión esencialmente lineal. No es su intención: su innovación está en el personaje que retrata, como he dicho, un ejemplo de lucha y compromiso y, además, de lucha y compromiso en uno de los países más represores del mundo, uno de los países más comidos por el consumismo y el capitalismo más brutal. Ai Weiwei es un ejemplo para todos: en China, en España y en todas partes. Un ejemplo porque demuestra, y esa es la finalidad del documental, que las cosas pueden cambiarse con valentía: efectivamente, los mensajes del artista han calado en una sociedad china cada vez más concienciada de sus problemas y que cada vez le sigue con más fervor. Necesitamos películas como ésta en estos tiempos. No se la pierdan. Especialmente recomendada para todos esos pesimistas a ultranza (algo muy español, desgraciadamente) que piensan que las cosas nunca van a cambiar y que la crisis será eterna.
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