Pierre es un joven escritor de éxito que vive con su madre en su gran casa familiar del campo francés. Es rico y nada en la abundancia, y su vida ociosa le marcha bien en todos los aspectos. Todo cambia para él sin embargo cuando conoce a una misteriosa joven que parece ser una mendiga y que le va a hacer una terrible revelación... Pierre está a punto de descender a los peores infiernos y, sin embargo, también a punto de hacer nuevas averiguaciones que le van a abrir un nuevo mundo lleno de verdades que desconocía.
Leos Carax, según he leído, cogió mala fama en la industria francesa después de rodar su mejor película, "Los amantes del Pont-Neuf", en la que al parecer el presupuesto se le fue de madre de una forma brutal. Ocho años tardó en entregar su siguiente creación, "Pola X", la que para mi es la peor de su filmografía con diferencia. Anticomercial en todos los aspectos, la obra se basa en la novela maldita de Herman Melville "Pierre o las ambigüedades", publicada entre las míticas "Moby Dick" y "Bartleby, el escribiente", y que fue un completo y puteadísimo fracaso en su día, 1852. No he leído esta novela del gran autor norteamericano, así que parto en desventaja tal vez para juzgar convenientemente "Pola X". Sin embargo, hay algo en este filme que a nadie se le escapa y que sí que juzgo: la incoherencia. En él, la narración está fracturada a lo bestia, y uno no entiende el porqué de los actos de sus protagonistas ni el porqué de los bruscos cambios de escenario ni el porqué de ciertos (de bastantes) diálogos. Aunque tenga toques de surrealismo, "Pola X" no es una película surrealista: describe claramente (o por lo menos lo pretende) el descenso a los infiernos de un personaje de clase burguesa y los cambios que su vida experimenta. No es por ejemplo la relativamente reciente "Holy Motors", del mismo autor, que rompe con la narrativa tradicional; no. Tampoco es como un filme surrealista de Luis Buñuel o de David Lynch, por poner otros ejemplos. "Pola X" es una historia mal contada, salpicada de machetazos por todas partes que no hay dios que entienda.
Se la puede acusar de ser pretenciosa, de tener unos diálogos que pretenden ir de profundos y que no lo son tanto, de intentar constantemente "descubrir la pólvora" con giros de tuerca extraños... Sea como sea, no está nada bien narrada, y eso hace que sus puntos interesantes no la salven, y los tiene: la contraposición del mundo burgués campestre y luminoso con el de los mendigos, urbano, oscuro y gris; la relación ambigua del protagonista con su madre, las escenas de incesto claramente recreadas en toda su sexualidad desatada, momentos como el del encuentro en el bosque que están fantásticamente rodados, las buenas actuaciones, las críticas que existen contra la desigualdad social de nuestros días... Pero leñes... Si todo ocurre porque sí, si los protagonistas viajan por todas partes como Pedro por su casa, si el montaje es tan ineficaz que llega a ser confuso... ¿De qué sirve todo esto? Señor Carax, se le fue la olla completamente en esta cosa incomprensible. Para muchos es una película incomprendida e infravalorada... A mi simplemente me pasa que, cada vez que la he visto, no me he enterado bien por la torpeza narrativa del llamado "enfant terrible" francés de los ochenta y los noventa.
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