Bruce Banner, tras haber vagado un tiempo por el mundo en busca de una cura para su enfermedad o de poder controlar a su bestia interior, vuelve a la civilización y se reencuentra con su amada Betty. Los problemas no tardan en llegar: el Gobierno sigue a la busca y captura de Hulk, el alter ego de Banner, y una nueva criatura tan poderosa como él va a ser la encargada de intentar darle caza esta vez... Una criatura como Hulk nunca ha conocido otra.
En mayo de 2008 se estrena "Iron Man" y en junio del mismo año lo hace "El Increíble Hulk", segunda película del "Universo Cinematográfico de Marvel" en la que el propio Tony Stark tendría un cameo sentando las bases de lo que sería este inmneso "crossover": a partir de este momento, los personajes que pivotan alrededor del futuro equipo de Los Vengadores harían apariciones estelares de un filme a otro. "El Increíble Hulk", ante la muy diversa recepción crítica que tuvo el "Hulk" de 2003 de Ang Lee, está diseñada tanto como un remake como como una secuela de aquella: a pesar de ligeros cambios, se establecen varios paralelismos entre una y otra para que cada espectador elija la opción que más le plazca (imagino que no se querría disgustar ni a los fans ni a los detractores de aquella y se optó por, simplemente, no mojarse demasiado en este aspecto). Bruce Banner es ahora un estupendo Edward Norton, Betty Ross es una buena Liv Tyler, William Hurt es el padre de esta y un sencillamente fantástico Tim Roth es el nuevo villano de la función, La Abominación, un rival para Hulk que se encuentra al mismo nivel de fuerza física y destructora. Otros secundarios muy destacados son Tim Blake Nelson y Ty Burrell, dos personajes que traen sorpresa.
Aunque Louis Leterrier es un director habitualmente malo y sin personalidad, la verdad es que aquí se lo curra para entregar una película entretenidísima, con muy buenas escenas de acción (la batalla de Hulk contra La Abominación es genial), con una estética muy apropiada (como la de Ang Lee anclada en el cómic pero sin caer en el tópico grueso), con buenos diálogos, con personajes interesantes y como he dicho bien interpretados y con un guión sólido y coherente interesante desde el primer hasta el último minuto. Es cierto que el conjunto es más "artesanal" que el de su predecesora de 2003 (se echa en falta el desarrollo psicológico profundo de aquella), pero es dignísimo en todo momento. Edward Norton, al igual que Eric Bana, no volvió a repetir como el gran hombre verde de Marvel tras romper las relaciones con los productores (al parecer no estaba de acuerdo con el acabado final del filme, cuyo guión quiso controlar sin que finalmente Marvel le dejase gran campo de acción... no sé hasta qué punto es esto verdad o no es más que el típico cotilleo freakie de la red): para "Los Vengadores", Hulk sería ahora un también magnífico Mark Ruffalo.
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