Una enorme cantidad de dinero ha desaparecido de un bingo de Bilbao y diversos personajes de la ciudad comienzan a seguirle la pista. Pronto, una brutal trama criminal se articula en torno a dos mujeres muy diferentes que van a colaborar para pillar su trozo del pastel y a un grupo de policías corruptos dispuestos a todo para coger también el suyo. Pronto, más personajes de los bajos fondos bilbaínos les siguen: desde mafiosos hasta terroristas. La ciudad va a arder en una imparable ola de violencia.
Tras la olvidada y olvidable "Tu novia está loca", el titubeante Enrique Urbizu de sus inicios rodó su primer filme negro, "Todo por la pasta", en donde se alejó de la comedia de situaciones para presentar su primer thriller, en el que ya apuntó maneras de lo que iba a ser su obra posterior. "Todo por la pasta" plantea una clásica historia de corrupción y muerte protagonizada por un personaje coral que, como toda buena historia de corte negro, está profundamente enraizada en la denuncia social: en este caso, es el Bilbao de finales de los años ochenta y de princpios de los noventa el escenario protagonista, un Bilbao de pobreza, paro, drogas, jóvenes violentos, policías corruptos y terrorismo. El propio nombre del filme lo dice todo: los personajes, de los bajos fondos de la ciudad vasca y de más allá o de una burguesía con ansias de cierta gloria social o simple y llanamente avariciosa, se enfrentan entre ellos por el dinero mientras tal vez sólo unos pocos no quieren participar de la trama podrida que les envuelve, aunque de hecho les termine empantanando a su pesar. El reparto está muy bien en líneas generales y brillan en el con luz propia un histérico Antonio Resines hecho para su papel como anillo al dedo y unas excelentes María Barranco y Kiti Mánver.
La historia, con muchos toques esperpénticos, se sigue con interés desde el principio hasta el desquiciado desenlace, con ecos (yo lo veo así) de las películas de la "Generación de la violencia" norteamericana. Además, con gran valentía, se trata, aunque sea de pasada (ya es más de lo que han hecho muchos) el asunto del terrorismo en el País Vasco con ecos incluso (y no soy el único que los ha visto) del GAL. Mención aparte merece la ambientación magistral de la obra: un Bilbao sucio y oscuro, cutre y lluvioso, gris y aplastado por las industrias y las calles retorcidas y cochambrosas. Cine negro a la española, marca de la casa. "Todo por la pasta" es una película muy destacada de nuestro cine y que ha sido algo olvidada injustamente.
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