Porco Rosso
jueves, 7 de noviembre de 2013
SLEEPY HOLLOW de Tim Burton - 1999 - ("Sleepy Hollow")
Finales del siglo XVIII. El investigador Ichabod Crane de Nueva York es enviado a la apartada aldea de Sleepy Hollow para que resuelva el caso que aterroriza a los lugareños: alguien está decapitando a las personas y, según estos, es un malévolo jinete sin cabeza venido de otro mundo. Crane, un hombre que cree primordialmente en la ciencia, comienza a investigar... Pronto, sus sentidos se van a ver desafiados por algo que no esperaba encontrar.
Después de la fallida "Mars Attacks!", Tim Burton se recuperó parcialmente (antes de volver a meter la pata hasta el fondo con su criticadísimo remake de "El Planeta de los Simios") con su magnifica versión de la historia de "Sleepy Hollow", en donde construyó otro de los mejores cuentos góticos de su carrera. Mixturando sin fisuras el thriller, el relato de terror y los toques tanto de aventura como de humor negro, el director gótico de Hollywood supo crear uno de sus mejores micromundos y una de sus más deliciosas galerías de personajes, interpretados con carisma por un reparto en el que destaca hasta el habitualmente terrible Casper Van Dien y encabezado por un divertidísimo Johnny Depp como Ichabod Crane que ya anticipaba aquí muchos de los "tics" de los papeles de "freaky" que ahora le achacan de repetir (y con cierta razón, este hombre es un gran actor pero un poquito sí que se está encasillando). Burton sabe desplegar y llevar a buen puerto perfectamente una trama negra que interesa desde el primer momento y que sorprende tanto en sus puntos clave como en su desenlace. El montaje, además, es dinámico y las escenas de acción son originales e imaginativas (la épica y enrevesada -en el buen sentido- batalla final es magnífica).
El "Sleepy Hollow" de Tim Burton es además, aparte de todo esto, una de las mejores maravillas visuales del director. El escenario de la obra, construido minuciosamente (hoy los efectos especiales pueden conseguir resultados similares mucho más baratos pero la falta del sentido del "tacto" se nota en las películas), es una absoluta delicia, tanto el pueblo como sus afueras (ese molino amenazante es genial) pasando por los interiores y los parajes naturales del oscuro bosque y sus claros. El talento escenográfico de Burton, ese que le hizo famoso en sus dos inolvidables aventuras de Batman o en "Eduardo Manostijeras", vuelve a aflorar aquí con todo su esplendor. "Sleepy Hollow" es una joyita del cine fantástico, sin duda.
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