Berlín. Año 2006. Unos obreros turcos descubren por casualidad, en el viejo bunker de Adolf Hitler... Su picha momificada. Cuando la noticia llega al malvado Doctor Weissmann, un viejo nazi exiliado en la Costa del Sol, éste envía a un grupo de neonazis a apoderarse del falo con la intención de que puedan utilizarlo para crear un nuevo Fürher. Sin embargo, un grupo de salvajes amazonas no está dispuesto a dejar que esto ocurra... La batalla por el destino de la humanidad comienza.
Hace unos meses defendía "Karate a muerte en Torremolinos" de Pedro Temboury por su consciencia plena de ser una película mala a rabiar enfocada directamente al disfrute de ese público absolutamente desprejuiciado que se lo pasa pipa con las series Z (o como se les quiera llamar). No puedo decir lo mismo, por desgracia, de "Ellos robaron la picha de Hitler", la segunda obra del mismo director. Y la cosa es que tenemos lo mismo, lo mismito que en su debut... Sólo que ahora no tiene ninguna gracia. La comedia es un género dificil, incluso la comedia más casposa. Y que un producto tenga la falta de pretensiones más total y absoluta que nadie se pueda imaginar no significa que ya, sólo por este hecho, tenga que ser divertido. Volvemos a tener una trama patética, unos diálogos penosos, unos efectos especiales inexistentes, unos actores terribles y un puñado de personajes estúpidos y absurdos en una sucesión de escenas que son conscientes y casposos despropósitos. El problema es que... Pues eso, que nada tiene ahora gracia. "Karate a muerte en Torremolinos" era muy fresca, dijesen lo que dijesen los críticos estreñidos de siempre. Por eso se convirtió, merecidamente, en un clásico del cine gore español. "Ellos robaron la picha de Hitler" es lo mismo pero anquilosado y vulgarizado.
No caen igual de simpáticos los Surfistas Católicos que los burdos neonazis que protagonizan esta película. No es igual de gracioso el Doctor Malvedades que el viejo nazi retirado en la Costa del Sol de esta película. No son lo mismo, ni de lejos, los zombies karatekas que las amazonas feminazis. Ni siquiera Jesús Franco, que hace un nuevo papel de secundario chorra, tiene aquí gracia. Y falta además un monstruo con la "impronta" del inolvidable Jocántaro. Por último, los chistes se basan casi todos en la zafiedad más bestia y no tienen el ingenio "freakie" que tenían los de "Karate a muerte en Torremolinos". "Ellos robaron la picha de Hitler" no funciona. No funciona porque no tiene ni puta gracia, y eso es imperdonable en una película de este tipo y en un "género" en el que, por muy desprejuiciado que sea su público, todo, lo que es absolutamente todo, no vale.
Yo debo ser un crítico estreñido porque "Karate a Muerte en Torremolinos" me aburrió a saco, exceptuando un par de escenas graciosas. Y al final me pareció lo que tu dices de esta, un chiste sin gracia.
ResponderEliminarAhora eso sí, la frase de "Me encontraba yo haciendo submarinismo por las profundidades abisales de La Carihuela..." es soberbia. Vale por toda la película y nunca dejaré de negarlo, Jooooolmmmeeess!!