Porco Rosso
domingo, 27 de octubre de 2013
BLACK RAIN de Ridley Scott - 1989 - ("Black Rain")
Nick Conklin y su colega Charlie Vincent son dos policías de Nueva York que, tras detener a un peligroso yakuza japonés, reciben la orden de escoltarlo de vuelta a su país para ponerlo a disposición de la justicia. El yakuza se llama Sato y es un auténtico psicópata... Y, al llegar a Japón, consigue escapar. Nick y Charlie van a tener que colaborar con los policías del país nipón para atraparle y pararle los pies a la brutal organización a la que pertenece.
"Black Rain", dirigida tras la olvidable "La sombra del testigo", confirmó a Ridley Scott en el camino de la mediocridad que iba a seguir durante bastantes años en los que alternaría buenos filmes ("Thelma & Louise", "Gladiator") con otros que ni fu ni fa (los mencionados dos thrillers, "1492. La conquista del paraíso") y con otros inexplicablemente horripilantes (las bazofias de "Tormenta blanca" o "La Teniente O'Neill"). "Black Rain", película muy "genuinamente ochentera", como se dice ahora, es una suerte de versión más seria de "thriller de acción con pareja de policías muy diferentes condenados a entenderse" o una suerte de versión de "Arma Letal" despojada de su parte cómica. No tiene absolutamente nada destacable ni lo tenía en su día, aunque se dejaba ver y aún se deja ver. No da gato por liebre, pero tampoco emociona lo más mínimo y se olvida al poco de su visionado. El reparto está correcto y la dirección es correcta, pero nada más. Pero claro, la dirige el director de "Los duelistas", de "Alien" y de "Blade Runner", y teniendo en cuenta que en ese momento acaba de meter la pata con "Legend" y con "La sombra del testigo", pues digamos que la cosa "duele más".
Michael Douglas hace un papel facilón de policía bueno a toda costa que lucha contra la corrupción, Ken Takakura hace el otro papel facilón de japonés honorable, Andy García y la olvidada Kate Capshaw simplemente cumplen y el tristemente fallecido de cáncer siete semanas antes del estreno del filme Yusaku Matsuda hace del típico malo oriental de entonces: un yakuza sádico con cara de palo. Ninguno emociona pero ninguno disgusta. La trama se sigue sin problemas pero sin interés y está demasiado extendida, con alguna escena de acción sobrante o demasiado larga (aunque esencialmente bien rodada). La ambientación y la fotografía son muy buenas, aunque se aprecia el abuso de humo en todas partes de la primera etapa de Scott y la sombra de la ambientación de "Blade Runner" en el Japón tópico y de toque forzadamente barroco del filme. "Black Rain" no gusta ni disgusta y hoy no es especialmente recordada por nada. Le pasa exactamente lo mismo que a "La sombra del testigo". La cosa es que, claro, viniendo de Ridley Scott, pues es una pena.
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PELICULOOOOOOOON!!!!!!!!!!
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