Tras una disputa, el alcalde del pequeño pueblo de Qiu Ju ha golpeado a su marido en los testículos y le ha humillado públicamente. Qiu Ju le exige una disculpa inmediata por la agresión pero él, orgulloso y altivo, se niega en redondo. Pero Qiu Ju no está dispuesta a tragar con esto y se marcha a la gran ciudad... A exigir que se haga justicia a las instancias superiores. Sin embargo, lo que encuentra es una burocracia alejada del ciudadano, deshumanizada y atrasada que le cierra todas las puertas. A pesar de todo, Qiu Ju no piensa rendirse... Y no le importa lo que tenga que esperar para conseguir lo que quiere.
"Qiu Ju, una mujer china" anticipa en gran parte lo que sería la obra maestra de Zhang Yimou "Ni uno menos": un retrato de la fiera y casi enfermiza lucha de un ser corriente del medio rural (una mujer joven en ambos casos) contra la delirante maquinaria de una burocracia atrasada, antipráctica, deshumanizada y lejana al ciudadano. Gong Li se aleja del papel de "belleza china clásica" de las anteriores tres cintas del director para entregar otro de sus grandes papeles, que es el de la chica mencionada que da nombre al filme y que, tras ver cómo el alcalde de su pequeño pueblo golpea a su marido en los testículos (las "Joyas de la familia"), emprende una lucha contra el sistema para obligar a este alcalde, prepotente y que además la humilla a ella, a afrontar un pago por lo sucedido y unas disculpas que Qiu Ju cree imprescindibles. Yimou se aleja ahora de su virtuosismo visual y de sus sugerencias de estados de ánimo por medio del juego de los colores para retratar la China rural y urbana de los años noventa sin artificios: una China de pueblos cutres y cerrados y ciudades gigantescas donde nadie se preocupa de nadie. La aventura es completamente "kafkiana" y recuerda, salvando las distancias más surrealistas, al "proceso" de Joseph K.
"Qiu Ju, una mujer china" es una película reiterativa (sigan leyendo, es reiterativa en el buen sentido) que consiste en hacer al espectador ver, una y otra vez, como la protagonista se estrella contra la implacable maquinaria burocrática de su país para volver a levantarse de la caída y volver a cargar contra ella. Realizar un filme con una idea tan repetitiva sin que esto afecte a su ritmo es una proeza, aunque, debido a esta dificultad, sí que es cierto que puede llegar algún momento aislado en el que la mencionada reiteración de hechos haga desequilibrarse un poco a la trama (no mucho). Esto sería ya perfectamente solventado en la también mencionada "Ni uno menos". Hay algo, además, que hace aún más grande a "Qiu Ju, una mujer china": su desenlace, uno de los mejores que nunca ha rodado el director chino y que da una de las vueltas de tuerca más inesperadas y que mejor ejemplifica lo mal que funciona el sistema (en la sociedad china pero extrapolable a cualquier sociedad) del cine de las últimas décadas.
No sabía cómo hacerlo, pero finalmente he elegido esta espléndida película de Yimou (que, por cierto, mañana aparecerá en mi blog) para felicitarte por tu página, por su diseño y por las magníficas críticas que en ella acumulas. A partir de ahora la tendré muy en cuenta e intentaré seguirla en la medida que mi tiempo me lo permita.
ResponderEliminarAprovecho para invitarte a visitar mi aventura blogosférica, DICCINEARIO (diccineario.wordpress.com) y animarte a participar en el RANKING de películas por décadas que he configurado. Sería un honor recibir tus listas.
Un saludo.