Porco Rosso

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lunes, 1 de abril de 2013

FRANKENSTEIN DE MARY SHELLEY de Kenneth Branagh - 1994 - ("Mary Shelley's Frankenstein")


1794. El ambicioso y obstinado capitán Robert Walton lidera una expedición que pretende alcanzar el Polo Norte. Sin embargo, él y sus exploradores pasan por un aprieto: su barco se ha quedado atascado en el hielo. Algo descubren además en el desierto e inhóspito lugar: encuentran a un hombre que viaja solo por allí y que parece sumido en la desesperación y el horror. En la lejanía, escuchan además un gemido inhumano que pone los pelos de punta. Este hombre se llama Victor Frankenstein, y les va a contar una historia increíble y a la vez terrible...


Se puteó bastante en su día (y hoy todavía lo siguen haciendo) a la versión de "Frankenstein" de Kenneth Branagh y, la verdad, no lo entiendo, porque si bien la película tiene algunos fallos y no es la versión definitiva de la historia del "Moderno Prometeo", existen mil millones de películas mil veces peores para que exista el cierto ensañamiento que muchos tienen con ésta. "Frankenstein de Mary Shelley" está destinada a aprovechar la moda de su momento (fue breve pero ahí estuvo en la primera mitad de los noventa sobre todo) de las adaptaciones de obras del terror clásico "actualizadas" y supuestamente (supuestamente) muy fieles a los textos originales de los autores que las escribieron (después prácticamente ninguna lo fue). El pistoletazo de salida lo dió el soberbio "Drácula de Bram Stoker" de Francis Ford Coppola en 1992, y a partir de ahí vino esta película y otras como "Wolf" de Mike Nichols (sobre el hombre lobo) o "Mary Reilly" de Stephen Frears (sobre el Doctor Jekyll y Mr. Hyde). Kenneth Branagh acometió su Frankenstein justo después de la genial "Mucho ruido y pocas nueces" y bueno, la verdad es que se nota que este hombre estaba (y está hoy todavía) demasiado obsesionado con el teatro. Hay momentos en este filme en los que abusa claramente de la peor grandilocuencia teatral y en los que se le va la mano con la expresividad (sobre todo se nota cuando el doctor está "dando vida" a su criatura a pasos casi de ballet que la verdad es que sobran). También algunos diálogos están un poco salidos de tiesto y resultan pedantes y pretenciosos. Está bien. Pero, ¿y el resto?


Dejando a un lado estos defectos, este cierto abuso de la fórmula teatral y esta cierta grandilocuencia y pretenciosidad forzadas, "Frankenstein de Mary Shelley" es un buen filme, aunque no alcance el equlibrio magistral entre el drama y el terror que alcanzó el "Drácula de Bram Stoker" de Coppola. La película está bien llevaba y equilibrada, la ambientación es excelente, los actores están geniales (sobre todo Robert De Niro como la bestia), tiene escenas muy buenas (sobre todo el prólogo y el epílogo en los hielos o la transformación del personaje de Helena Bonham Carter -que pone los pelos de punta-) y, aunque en el montaje hay algunos cortes bruscos algo extraños que hacen que se eche en falta algún ensamblaje más entre momentos cumbre de la trama, la historia se sigue con interés en todo momento. En fin: no entiendo, de verdad, la manía que muchos le tienen a este filme. No es la mejor adaptación de la obra cumbre de Mary Shelley (y tampoco es fiel a ella aunque su título lo pregone), ni tampoco la mejor película de Branagh como director (sobre todo colocada entre "Los amigos de Peter" y "Mucho ruído y pocas nueces" y entre "En lo más crudo del crudo invierno" y "Hamlet" -se queda un poco atrás si tiene que compararse con éstas cuatro grandes cintas, la verdad-), pero tampoco veo por qué hay que destrozarla sin miramientos.


1 comentario:

  1. A mi también me ha gustado pero también opino que no es de las mejores del director. Además me gusta mucho De Niro.
    Saludos.

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