Porco Rosso
jueves, 7 de marzo de 2013
AWAKE de Kyle Killen - 2012 - ("Awake")
El detective Michael Britten sobrevive a un brutal accidente de coche y descubre algo asombroso: cada vez que se acuesta, despierta en una realidad diferente... En una de ellas su mujer ha muerto en el siniestro pero su hijo ha sobrevivido. En la otra, es su hijo el que ha fallecido y su mujer la que ha quedado viva. La vida de Britten se convierte en un caos... ¿Por qué le pasa esto? ¿Se ha vuelto loco tras el accidente? ¿Qué realidad es la real? ¿O son las dos? ¿O ninguna? Pero todo se complica todavía más porque, en su trabajo como detective, empieza a serle de gran ayuda el interconectar las pistas que consigue en ambos mundos... ¿Están verdaderamente relacionados?
Si series como "Alcatraz", la que he comentado hace tres días, merecen claramente no renovar segunda temporada en el marco de saturación (feliz saturación) de series en el que estamos, otras igualmente desafortunadas con la audiencia merecían sin embargo y claramente seguir adelante e injustamente no lo han hecho. Por desgracia, "Awake", creada por Kyle Killen (autor de "Lone Star" y guionista de la película "El Castor"), ha sido una de las damnificadas del pasado 2012. Y es triste, tristísimo, porque los trece capítulos en los que se ha quedado son una maldita maravilla. La historia es fascinante: tras un accidente, un detective se despierta alternativamente en dos mundos muy diferentes... En uno, su hijo ha muerto pero su mujer ha sobrevivido; en el otro, su mujer ha muerto pero es su hijo el que se ha salvado. Cada vez que se acuesta en uno, se despierta en el otro. Pero la intriga va más allá... Porque las cosas que descubre en uno de los mundos le sirven en su trabajo como detective... En el otro. Todo está interconectado, o parece estarlo. Pero, ¿por qué? Tristemente, nunca lo sabremos. Pero eso no quita que se pueda disfrutar de la primera y única temporada de "Awake", aunque sepamos que por desgracia no va a ir la cosa más allá.
El thriller sobrenatural que plantea la serie está escrupulosísimamente desplegado, desarrollado y, en el último de los capítulos, cerrado y vuelto a abrir (para la segunda tanda de episodios que nunca llegó). Es una delicia para el espectador perderse en los dos muntos del detective Britten, observar cómo se nutren el uno del otro para crear realidades alternativas donde los mismos personajes se comportan de forma diferente sin perder sin embargo su esencia y donde se encuentran paralelismos interesantísimos hasta en los más mínimos detalles. Todo llevado con ritmo, con un interés que nunca decae, con una asombrosa dosificación de la intriga y con una sorpresa final en casi cada capítulo que deja siempre con ganas de más.
Pero no queda aquí la cosa, porque "Awake", aparte de los evidentes asuntos que su trama sobrenatural trata (la relación entre la realidad y el sueño o lo imaginado, los problemas metafísicos, el eterno dilema entre descubrir cuál de los dos mundos de Britten es real o si ninguno lo es o si ambos lo son...), se diserta sobre la muerte, el paso del tiempo, las relaciones de pareja y entre padres e hijos, la amistad, la corrupción, la violencia o la vida en general en el mundo moderno. Y no he hablado todavía de sus actores; todos están genial pero, por encima, destaca el protagonista de la historia: Jason Isaacs hace suyo al detective Michael Britten y borda un personaje que estaba destinado a ser un clásico del mundo de las series; despliega carisma, se come la pantalla, y consigue que el espectador sufra con él su calvario paranoico y que también se alegre con sus conquistas diarias en sus dos mundos. Isaacs: qué gran actor y que papelón que hizo en esta breve producción. Ahora, en el primer trimestre del año, es cuando empiezan a llegar muchas de las temporadas nuevas de las series que renuevan y no puedo evitar sentirme triste al recordar que este 2013 no tendremos segunda temporada de "Awake" y que todos sus enigmas se quedarán sin resolver.
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