Tras la muerte de Dumbledore y el ascenso de Snape en Hogwarts, Voldemort por fin se ha hecho con el poder y ha comenzado una edad de oscuridad y de caza de brujas en la que todo el que ose contradecirle es perseguido y castigado. Pero Harry, Ron y Hermione no se van a rendir a esta situación y se van a lanzar a la búsqueda de los últimos horrocruxes para debilitar al señor de las tinieblas. Una persecución sin tregua les va a acosar. Sin embargo, en su lucha final también van a estar ahí sus amigos de siempre...
Con el descaro más enorme se está poniendo de moda el dividir todas las películas en dos y en tres partes: la última aberración de todas, la que se lleva la palma, es la de adaptar el librito de menos de 300 páginas que es "El Hobbit" de J.R.R. Tokien en tres películas de dos horas y media para estrenar respectivamente en Navidades de 2012, 2013 y 2014. Demencial. Sin embargo, y dejando a un lado este caso extremo de caradura comercial, hay películas que sí que merecen ser partidas. Más de una de la saga de Harry Potter podría haberlo sido, y tal vez no habrían aparecido aberraciones como "Harry Potter y el Misterio del Príncipe" ni los fans habrían puesto tanto el grito en el cielo con la al parecer ultrarresumida "Harry Potter y la Orden del Fénix". "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte", el último libro de la saga del niño mago, se dividió en dos filmes que se estrenaron respectivamente en 2010 y 2011, y yo lo veo acertado y ambos me gustaron mucho, más de lo que me esperaba después del despropósito del anterior. La primera parte de este encuentro final contra Voldemort me sorprendió: me sorprendió porque tiene un tono ya no sólo oscuro, sino oscurísimo y hasta directamente depresivo, marcado en muchos momentos por los puros tonos grises y alicaídos. Las cosas en el mundo de la magia se han puesto fatales y los magos buenos son perseguidos sin cesar mientras la desconfianza y la traición se agazapan en cada esquina. David Yates creo que ha clavado este ambiente de paranoia y de caza de brujas, en el que Harry, Hermione y Ron han de escapar sin cesar y enfrentarse contra una marea negra casi insalvable.
El ritmo del filme está muy bien llevado, alternando las escenas de lucha (muy violentas ya) con la mencionada persecución y con momentos completamente intimistas que dejan un nudo en el estómago y que emocionan a estas alturas porque dan fe del crecimiento tanto de Harry y sus amigos como de los actores que les dan vida y de toda una generación que les ha seguido desde 2001 en su camino de la infancia a la edad adulta. Los personajes, aunque muchos no salen todo lo que deberían (sí lo harán en la segunda parte, en parte por lo menos), vuelven a estar excelentemente interpretados y de entre las nuevas adquisiciones destacan Ciaran Hinds (qué buen actor que es este hombre en todo lo que hace) como el hermano de Dumbledore y Rhys Ifans como el acojonado padre de Luna Lovegood. "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte I" tiene además escenas para el recuerdo como toda la huída de Londres, la reunión de los mortífagos mientras los Malfoy cada vez están más acorralados y locos, la contienda entre Harry y la serpiente de Voldemort (genial, y cargada de tensión), la Fábula de los Tres Hermanos (geniales los efectos) o las terribles y emotivas muertes de Hedwig y sobre todo de Dobby. La película queda a la mitad, por supuesto, pero anticipa muy bien lo que vendrá en una épica conclusión temporal y creo que es mejor divididir y contar bien las cosas que atropellarlo todo como se ha hecho antes porque como se ha comprobado no ha funcionado bien. David Yates se recupera.
La peli me sorprendió muy gratamente, al igual que a ti. Es, probablemente, una de las entregas más fieles, con todo lo que eso conlleva (tanto en lo bueno, como en lo malo).
ResponderEliminarCreo que lo que más me gusta, además del tono depresivo, como tú dices, y lo logrado de algunas escenas, es que se utiliza el lenguaje visual para dar un enfoque nuevo o contar cosas que no aparecen en el libro. Me gusta que hayan cambiado la muerte de Hedwig, porque me parece mucho más digno que el animalillo muera volando en un acto de valentía, en lugar de hacerlo dentro de su triste jaula y sin poder decir ni pio.
Otra cosa en la que se agradece el lenguaje cinematográfico (y su economía) es toda la incursión en el ministerio de magia, porque en el libro es complicadísimo y dura un montón de capítulos, ya desde su misma planificación, y en la película está resuelto con una brevedad y una eficiencia pasmosas.
La fábula de los tres hermanos me parece una maravilla, fantásticamente realizada, que gana muchísimo más en imágenes. También agradezco esa criticadísima escena de baile entre Harry y Hermione que nunca aparece en el book. Y es que nunca me ha parecido humano que dos adolescentes que se quieren, en medio de ninguna parte, con la amenaza de la muerte sobre sus hombros, y sin saber si volverán a ver a sus seres queridos, no tengan, ni por un momento, alguna duda o vacilación sobre lo que puedan sentir el uno por el otro (o algún ataque de búsqueda de calor humano).
Lo peor de la adaptación: lo que se resume o no se cuenta. Colagusano muere estrangulado por su propia mano cuando tiene un gesto de generosidad con Harry & Co; no se explica de dónde procede el famoso espejo que Harry mira a todas horas o qué carajo pinta ahí Mundungus; es muy chapucero meter la boda de dos personajes a los que hasta ahora se ha ninguneado; algunas de las conclusiones o ideas brillantes están cogidas muy por los hairs (cómo descubren quien tiene el guardapelo, por ejemplo) y es una pena que no se vea el mural que Luna tenía en su habitación (en el que aparecían Harry & Co y demostraba cuánto significaban sus amigos para ella).Tambñen es una pena que Kreacher, el elfo domestico que sirve en casa de Sirius y que odiaba a los sangre sucia, no pudiera demostrar su cambio de actitud radical hacia esos jóvenes magos que lo trataban tan bien.
Pero, a pesar de estas chapucillas y alguna más que no comento por no ser too plasta, creo que le pesan más las virtudes. La peli se disfruta y mucho.
Magic Kiss 7 ***
P.S. La muerte de Dobby creo que es lo más emotivo y sentido que ha escrito la Rowling en su vida, incluidas las de Sirius y Dumbledore.
En primer lugar, estoy 100% de acuerdo con Alhy en que para mí la mejor muerte de la saga ha sido la de Dobby, de lejos incluso más que la de Dumbledore. Quizá porque la de éstos dos implicaba un “oh dios mío, qué va a hacer ahora Harry”.
ResponderEliminarSobre la película, para mí resulta la mejor con diferencia. Como tú estuve considerando durante mucho que la mejor era la tercera entrega, porque es la que resultó sin lugar a dudas más entretenida, pero teniendo en cuenta que cuando leí el libro la primera mitad me pareció un soberano rollo que me servía de transición, al ver la película se me iluminaron los ojos. ¿Qué van a poner en la película siendo una primera mitad tan lenta?
Y ponen exactamente lo mismo, y ahí está la gracia. Aquí es donde entendí la crítica de muchos de que el último libro estaba muy orientado a hacer un guión cinematográfico eficiente, quizá sea cierto. El lenguaje pausado con el que nos deleitaron en la primera mitad de la última entrega fue el preciso y exacto, la historia quizá no fue fiel en todos los niveles, pero se centraron en el drama de la amistad del trío de amigos que nos estuvieron acompañando durante años a los que leíamos los libros desde bien pequeños. Los actores además demostraron en este film que eran muy capaces, y sobre todo una mención especial al actor que interpreta a Ron, que para mí es el que más mejoró y el que más llena la pantalla. Sigo esperando que le den una buena oportunidad, porque sin lugar a dudas se lo merece más que Emma Watson (por ser supuestamente mona).
Hablando de los actores, Daniel Radcliffe me ha sabido demostrar que también sabe interpretar, pero no lo consiguió en la saga de Harry Potter tanto como en trabajos posteriores donde me parece que se luce mucho más. Tengo que ver la nueva película de Hermione para poder juzgar realmente si se merece el bombo que le están dando por ser una “it girl”.