Porco Rosso
miércoles, 30 de enero de 2013
EL VUELO de Robert Zemeckis - 2012 - ("Flight")
El piloto Whip Whitaker salva a cientos de pasajeros de la muerte tras conseguir que su avión, en peligro de estrellarse por fallos ajenos a su persona, aterrice en un campo de forma extremadamente violenta. Sin embargo, y por desgracia, seis personas sí fallecen a pesar de su éxito... Y se descubre que Whip, que es alcohólico, había bebido la noche antes del vuelo y, además, había tomado drogas. De repente, todos cargan contra él... Excepto las personas a las que salvó la vida. Pero esto no impide que se ponga en marcha un proceso para condenarle...
Después de su para mi buena versión del clásico de Charles Dickens "Cuento de Navidad", Robert Zemeckis vuelve a las salas con uno de sus habituales dramas de superación con esta mala "El vuelo", donde vuelve a apoyarse en un excelente actor (Denzel Washington ahora) para presentar otra típica historia de "hombre bueno enfrentado a injustas circunstancias" en la que se ensalza el honor, la integridad y la lucha contra la mencionada injusticia: ahora se trata de un piloto alcohólico pero que cumple con su deber y al que quieren echar un buen montón de mierda encima a causa de un accidente de avión... En el que ha logrado salvar a muchas posibles víctimas con su pericia. La historia podría haber sido por lo menos digna tratada de otra forma (el mismo Zemeckis ha hecho dramas similares muy buenos como "Forrest Gump" donde sí ha clavado el asunto), pero aquí, además de durar su metraje más de dos innecesarias horas, es lenta, sin alicientes y errática. El protagonista no está bien definido (su drama con el alcohol y las drogas no se sustenta en casi nada, no tiene un pasado que diga algo de él y de su situación) y los secundarios por supuesto todavía menos, la acción va de un lado a otro mostrando escenas de su vida cotidiana y momentos donde la trama sí se desarrolla (sin interés), los diálogos son sosos, las escenas de recaída en el alcoholismo y en las drogas no son dramáticas, el juicio del protagonista es predecible y carece de emoción y el discursito final (marca de la casa de Washington, que parece que si no suelta un discurso en cada película no se queda tranquilo) es predecible, manido y sensiblero. Para colmo, la relación que el protagonista mantiene con el personaje de Kelly Reilly, lo más interesante del filme, se queda cortada de un tajo y en el aire: ¿Por qué introducen a este personaje y después lo largan de buenas a primeras sin que termine de aportar nada? Desastroso y fallo de bulto de guión.
Sólo salvo una cosa de "El vuelo", una escena que verdaderamente sí que merece la pena: el referido vuelo al que la cinta hace referencia en su título, muy bien rodado, con tensión, espectacular, violento y sin concesiones y que verdaderamente pone los pelos de punta. Pero nada más: cuando hayan visto esta escena, pueden quitar la película, porque lo que seguirá es una interminable sucesión de cortes de poco interés insertados con un montaje errático y un ritmo soporífero y, para colmo, el mensaje que viene de fábrica es el de siempre; el buen americanito triunfa moralmente sobre una sociedad podrida si se propone ser íntegro y honorable. Lástima de buen reparto (Denzel Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle, John Goodman, Bruce Greenwood...) desperdiciado en este rollazo infumable.
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Completamente de acuerdo. Quitas los primeros veinte minutos y el resto no vale ni para tomas falsas. Espero que se vaya de vacío de los Oscars.
ResponderEliminarEs inaguantable, que aburrida que pesada. Y creo que está encima nominada a oscars... Por favor. Hollywood ya da pura pena. Paul.
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