1997. Inglaterra es una dictadura que se alimenta del miedo y de la ignorancia de sus habitantes, que aterrorizados por el clima caótico de un pasado oscuro e inestable votaron a unos líderes que les prometieron la seguridad eterna. Ahora en el nombre de esta seguridad todo se oculta, todo se censura, todo se manipula y todo se reprime en secreto. La joven Evey, hija de revolucionarios asesinados por el gobierno, conoce una noche a V, un terrorista que se oculta tras una máscara y que planea acabar con el sistema desde sus raíces. Su vida experimenta un giro radical. La revolución está en marcha.
Los célebres y bastante sobrevalorados hermanos Andy y Larry Wachowski escribieron, antes de rodar la gran y a menudo infravalorada “The Matrix”, el primer guión de “V de Vendetta”, adaptación homónima de unos de los comics ingleses más importantes de los años ochenta. Afirman rumores que, después de haber terminado “Matrix Reloaded” y “Matrix Revolutions”, pensaron dirigirla. Sin embargo, acabaron pasando el proyecto al debutante James McTeigue, proveniente del mundo de la publicidad y ayudante de dirección de ambos en su trilogía estrella. El resultado es irregular en mi opinión. Para empezar, decir que los Wachoski no han sido nada fieles al comic homónimo en el que se basan, una de las obras maestras de uno de los maestros del comic sajón actual: Alan Moore (“From Hell”, “Watchmen”, “La Liga de los Caballeros Extraordinarios”…). Era, por otra parte, de esperar. Parece que en Hollywood están empeñados en no ser fieles a los productos genéricos de los que surgen sus películas, ya sean comics, videojuegos, novelas u otras películas (malditos remakes). Muchas películas no han pasado de ser puras bazofias por culpa de unos guionistas que por no respetar no han respetado ni la esencia de lo que adaptaban (se salvan honrosas excepciones como “Batman Begins” y su secuela "El caballero oscuro", "Watchmen" o “Sin City”). Y es una lástima. Por lo menos, sí que es cierto que este es un caso aparte: “V de Vendetta” puede disfrutarse a pesar de su infidelidad al original. Tiene puntos destacables y otros no tanto: se sigue más o menos bien, alternando la acción con los momentos intimistas con bastante acierto, y presenta (aunque eso ya lo hacía Moore) un arquetipo de terrorista luchador contra el sistema que en estos tiempos de blandita e idiota corrección política es ciertamente sugerente, un terrorista que lucha contra un régimen tiránico pero que también desea vengarse de él a toda costa, utilizando los medios que sean y enarbolando la idea de que, si no se puede obtener la libertad y la justicia por las buenas, habrá que obtenerla, tristemente, por las malas, quitando del camino a todos esos seres que oprimen e impiden la felicidad al resto. ¿Es esto “fascismo”? Yo creo que es desesperación. ¿Fueron “fascistas” la Revolución Francesa o la Revolución Rusa? El caso es que muchos han acusado a la película que nos ocupa (y al comic en el que se basa también) de precisamente esto. Un asunto del que se puede hablar sin parar… Continuando con lo “bueno” de la cinta, hay que decir que su reparto es solvente: Portman y Weaving lo hacen bastante bien, así como los secundarios de lujo. Toca, ya, el apartado digamos “malo”: la adaptación es, a pesar del comentado retrato del terrorista, políticamente correctísima, tanto que contiene escenas que llegan a bordar el ridículo, como la de la lesbiana “masculinizada” hasta el esperpento (como si los Wachoski despreciasen al público dando por hecho que hay que entregárselo todo masticado) o como el tratamiento de la violencia, en el comic mucho más sugerente. La ambientación original también ha cambiado, aunque esto no tiene que ser necesariamente para mal: un futuro post-apocalíptico es en el filme un mundo como el de hoy en día, con familias adocenadas frente al televisor. Tal vez sea (lo más posible) a propósito esta actualización: los tiempos han cambiado desde los años ochenta, y también la forma de oprimir a los pueblos. Hoy ya no es rentable que estos vivan en la pobreza y en la opresión abierta, prima mucho más el tener a las personas contentas y sumidas en la ignorancia con interminables bienes materiales aunque trabajen como esclavos. Tal vez este sí sea un acierto de los Wachoski. El resto es muy regular: la complejidad del comic se diluye en una trama mucho más lineal, más correcta en todos los sentidos, como una adaptación para niños. Es triste, pero Hollywood es muy célebre por reducir a los mínimos todo lo que se salga de la norma de la “violencia y crítica comerciales”. Cuando Alan Moore leyó el guión, se indignó tremendamente y afirmó que es odioso y superficial y que ha sido manipulado y desprovisto de su significado político anarquista. Incluso ha retirado su nombre de los créditos. ¿Qué opinais vosotros?
V de Vendetta está basada en el guión de Moore, pero se desarrolla por derroteros muy diferentes. Tiene una lectura más sencilla e ingenua destinada al consumo masivo. Lo que nos debería interesar es si se sostiene como obra cinematográfica en sí, obviando su origen, y hemos de concluir que, dejando de lado su calidad artística, la respuesta es sí. Aquí el personaje de V es menos inquietante y más transparente. Del mismo modo, la historia que nos cuenta la película, con un ojo puesto en el gran público, resulta en una puesta en escena más espectacular que el comic, con los hermanos Wachowski optando por descubrir menos capas de lectura y dirigir la interpretación de su mensaje. Solución narrativa que tiene su reflejo en la evitación de toda ambigüedad y en una fotografía luminosa muy apartada de la ambientación tenebrista que dieran al comic los sombríos dibujos de David Lloyd. Con todo, los matices que esta adaptación pierde por un lado, los gana por otro. El film acentúa los paralelismos con El Conde de Montecristo y el clásico relato guiado por un encierro, un retorno y una venganza. Llega a su desenlace con una cita explícita a la adaptación cinematográfica de la obra de Dumas: "un final feliz como sólo es posible en el cine". Esto es, una conclusión al estilo Hollywood tamizado por unos Wachowski pasados de vueltas. ¿Habrá leído alguien el comic tras haber visto la película? La respuesta es probablemente no, pero esta parábola sobre la libertad y la manipulación sí nos alcanza con su mensaje definitivo: Vive sin miedo. Con eso me identifico.
ResponderEliminarBueno, V siempre la tuve por una obra menor de Moore, bastante espesa y que hay que tragarse muchas páginas de surrealismo para empezar a engancharse. Es fría y distante, cuesta mucho empatizar con 'V' un vulgar terrorista en un mundo malo. Todo su significado y filosofía decae ya que cuesta mucho identificar el mundo de V, el asesino arrogante, con el nuestro.
ResponderEliminarPero, por magia del cine, tenemos a una Eve espectacular, cálida y próxima,con un papelón chungo que la Portman resuelve muy brillantemente, un mundo conocido, con políticos farsantes y manipulación televisiva en primer plano, y un V que hasta puede llegar a caernos bien en lugar de ser un 'terminator' asesino sin sentimientos. Secundarios pensados para ser amables o crueles, la niña de las gafas por ejempo, todo un ejercicio de empatía que revaloriza el mensaje sea cual sea. Por no hablar del espectáculo de luces y colores.
Creo que es de los casos raros en que una película puede, si no mejorar, dar una visión cinematográficamente impecable y muy respetuosa con su original.
saludos!
Yo no he leído el comic, pero la película me parece un producto muy digno con un guión bien escrito.
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