Porco Rosso
jueves, 19 de abril de 2018
TONI ERDMANN de Maren Ade - 2016 - ("Toni Erdmann")
Winfried Conradi es un viejo profesor de música alemán con una vida desastrosa que no ve mucho a su hija Inés, que es una de las jefazas de una prestigiosa consultora establecida en Bucarest. Cuando muere su perro, Winfried, sumido en la tristeza, decide visitarla y pasar unos días de vacaciones con ella. En la capital rumana, descubre que Inés es ciertamente una triunfadora social y laboral y uno de los grandes nombres de su empresa, pero descubre también que no parece en absoluto ser feliz con su vida estresante y solitaria. Entonces, va a decidir hacer algo por ella.
La alemana Maren Ade ha dirigido hasta ahora tres películas: el drama sobre la enseñanza "Los árboles no dejan ver el bosque", el drama romántico "Entre nosotros" y la tragicomedia que comento hoy, "Toni Erdmann".
"Toni Erdmann" ha sido la gran sensación de la comedia alemana de los últimos dos años, y no es para menos. Se trata realmente de una tragicomedia, como me gusta llamarlas a mi, y es un trabajo que trata de escapar constantemente de soluciones convencionales y que disecciona con un ojo despiadado, sin concesiones de ninguna clase, el mundo laboral capitalista de nuestros días que ha dejado la post-crisis del 2008. El punto de partida es la historia de una hija trabajoadicta y un padre que es un desastre. Ella es una gran ejecutiva que trabaja en Rumanía, país más pobre que el suyo, haciendo guarradas legales (pero guarradas siempre) que cuestan el despido a muchos trabajadores para poder enriquecer a empresas repulsivas. Pero ella no es feliz, aunque tal vez cree serlo. Y su padre, con el que no tiene una relación muy íntima, va a tratar de ayudarle a encontrar un camino... De forma nada convencional y echando mano de la imaginación y de la pura locura, ridiculizando al sistema en su propia cara. "Toni Erdmann", que habla de sueños perdidos, de relaciones acabadas, de machismo, de injusticia, de demencial laboral, de alienación humana y también de esperanza, es arriesgada, valiente, y no se conforma con recurrir a los tópicos esperables de su género. Es cierto que en su desenlace a mi se me viene un poco abajo, porque se diluyen algunos de sus objetivos (especialmente los de crítica social) y porque el filme dura la friolera de casi tres horas que, no siempre, logran mantener el ritmo. Sin embargo, a pesar de esto, es una de las películas más conmovedoras y duras y a la par desternillantes que he tenido el gusto de ver en mucho tiempo.
Tiene este filme unas situaciones que ponen los pelos de punta, tiene unos diálogos delirantes, y tiene una ironía y una mordacidad negras que apuntan directamente a la cara del mundo del triunfo trabajocéntrico de nuestros días que se quedan grabadas para siempre en la retina del espectador. Y los dos actores protagonistas, Peter Simonischek y Sandra Hüller, están absolutamente inolvidables y tienen una química envidiable que sostiene ya de por sí sola a toda la película, incluso en sus mencionados tramos más lentos y tanto en lo referido a la pura comedia como en lo referido al drama de verdad (la escena del parque es totalmente antológica). "Toni Erdmann" es una de las últimas grandes sorpresas del cine alemán. Buscaré las dos películas anteriores de Maren Ade y seguiré con interés su carrera. Esta directora promete, y mucho.
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