Porco Rosso

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miércoles, 7 de marzo de 2018

THE CLOVERFIELD PARADOX de Julius Onah - 2018 - ("The Cloverfield Paradox")


La Tierra está sufriendo una terrible crisis energética que la tiene al borde de la guerra mundial y sus gobiernos han construido la estación espacial Cloverfield, en donde un grupo de expertos de varias naciones tratan de sacar adelante un acelerador de partículas experimental que sea capaz de proveer de energía infinita al planeta y acabar con la catástrofe inminente. La tripulación de la nave vive su día a día trabajando sin cesar para conseguir su objetivo. Algo extraño e inesperado, sin embargo, ocurre durante una de las pruebas... Y una monstruosa pesadilla comienza.


El nigeriano-americano Julius Onah ha dirigido hasta la fecha dos películas en los Estados Unidos: el thriller "The Girl is in Trouble" y la comentada "The Cloverfield Paradox".


Se acaban de cargar hasta nueva orden la saga de "Cloverfield". Se acaba de estrenar, en plataforma, no en el cine, la tercera de sus entregas (la cuarta lo hará a finales de año, ya de vuelta en las grandes salas), y me juego el cuello a que va a ser uno de los peores bodrios de este 2018 que está todavía en su primera curva. "The Cloverfield Paradox", que así se llama, es incoherente, es cutre, es mala. Es incoherente porque se pasa por el forro un buen montón de hechos y premisas de las dos primeras entregas. Es cutre porque su trama es un refrito chungo y mediocre de películas famosas de ciencia ficción como "Alien", "Horizonte final" o "Solaris". Y es mala porque el resto de cosas apestan igualmente. Personajes de mierda, planos e idiotas, interpretados por actores famosos pero completamente desganados, locos por terminar de hacer el pamplinas y largarse a su casa. Diálogos apestosos, vergonzantes, infantiles, penosos. Una trama donde todo pasa por la cara y donde todo se justifica con soluciones imbéciles que tratan al espectador como a un retrasado. Y lagunas de guión gigantescas, de bulto, como supuestas presencias malévolas que atacan y matan a gente y luego desaparecen y luego vuelven a aparecer según les da, como uno que se queda sin brazo y se dedica a hacer chistes gilipollas como si nada pasase, como conspiraciones de novela "pulp" de tres al cuarto, como retratos políticos de risa que tratan de ser serios, como muertes absurdas y provocadas por la fuerza o como un desenlace que es uno de los mayores despropósitos de los últimos años. Y todo encima, como he dicho, desvirtuando a las dos anteriores entregas y cambiando sus tramas y sus premisas porque sí. No sé cómo será la cuarta parte de la franquicia, que se llamará "Overlord" y llegará a finales de octubre, pero si repite esta línea de estilo, todo va en caída libre. "The Cloverfield Paradox" es una bazofia digna de la peor serie B. Ni siquiera los efectos especiales son maravillosos, y hoy hay recursos de sobra en producciones de sagas famosas para currarse por lo menos este aspecto. Lamentable todo: de puta pena.


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