Porco Rosso
lunes, 26 de febrero de 2018
SUBURRA de Stefano Sollima - 2015 - ("Suburra")
Roma. Finales del año 2011. Un gran proyecto urbanístico pretende transformar el puerto de Ostia en un gigantesco complejo de turismo y de ocio al estilo de Las Vegas. La crisis económica está siendo muy dura y esto, aseguran los gobernantes, creará muchos puestos de trabajo en la ciudad. Sin embargo, en la trastienda de este negocio se ha visto envuelta la mafia... Y también conocidos políticos e incluso jefes de las altas esferas de la Iglesia Católica. Y entre todos ellos está a punto de estallar una terrible y sangrienta guerra.
El italiano Stefano Sollima, especializado en series y filmes sobre mafias y policías, ha dirigido hasta ahora los filmes "A.C.A.B: All Cops Are Bastards" y "Suburra". Ha trabajado también en numerosas series de televisión como "Ho sposato un calciatore", "Crimes", "Roma Criminal" y la famosa "Gomorra". Actualmente, prepara la secuela de "Sicario": "Sicario II: Soldado", que estrenará presumiblemente a mitad de este año.
"Suburra" es un filme negro grandioso y una de las mejores películas sobre la mafia italiana de los últimos años con diferencia. El nombre de la película hace referencia a la Subura, un viejo barrio popular de la Antigua Roma que, a pesar de encontrarse muy cerca del esplendoroso Foro y de los palacios de los césares, era un nido de criminalidad y corrupción. Stefano Sollima nos lleva a la Italia del año 2011, uno de los peores años de la crisis económica que hemos vivido esta última década (con la Crisis del Euro ya encarrilada), para retratar un fresco brutal y sin concesiones de la mafia de este país y sus relaciones tanto con la política como con la Iglesia Católica. Filme crepuscular, "Suburra" nos traslada, como esos westerns del final de una era, al nacimiento de un nuevo tiempo en el que las reglas viejas de la violencia, el honor y la corrupción ordenada (estas combinaciones que resultan tan extrañas) se empiezan a ir al garete en un estado de caos generalizado. Un grupo de personajes de toda clase y condición se dan cita en este final de ciclo que beneficia a los chupópteros de siempre. Estructurada en siete capítulos, la obra es un retrato coral que alcanza desde las altas esferas eclesiásticas hasta las políticas pasando por los peores asesinos a sueldo o los rateros y corruptos de poca monta. Un reparto espléndido de caras conocidas en Italia interpreta a estos personajes que llevan vidas al límite y que representan lo peor y a veces lo mejor de los seres humanos sumidos en un ambiente hostil. La idiosincracia italiana es puesta a parir y criticada sin piedad en un retrato de una nación en la que la corrupción parece ser ya algo atávico tras una historia famosa mundialmente por su entrega a la violencia, por su "mirar para otro lado" a los desmanes de las clases sacerdotales o por las elecciones de presidentes lamentables como Silvio Berlusconi. Con una fotografía lúgubre, hermosa, "Suburra" se mueve alrededor de días de lluvia tristes donde la violencia estalla de golpe entre bellos santuarios y suntuosas casas de ricos. Magnífica obra sobre uno de los mundos más terribles de la Europa de hoy sumergido en plena crisis económica y de identidad.
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