Documental sobre la fauna del entorno de la Cordillera Cantábrica en diversas épocas del año narrado por el locutor Luis Ignacio González.
"Cantábrico. Los dominios del oso pardo" funciona como una suerte de "continuación" de "Guadalquivir", la anterior película, también documental, de Joaquín Gutiérrez Acha, de 2013. Si en la primera el director y su equipo retrataban la vida natural que late alrededor de los parajes de dicho río de Andalucía, en la segunda se mudan a la Cordillera Cantábrica para hacer lo propio con los del norte. Tierras cálidas y tierras frías, dos costas opuestas y dos medios radicalmente diferentes conforman un díptico extremadamente interesante para comparar un país naturalmente tan variado como España. "Cantábrico", como "Guadalquivir", ha costado terminarlo un trabajo titánico. Se empezó a rodar en la primavera de 2014 y no se concluyó hasta la de 2016, y las localizaciones abarcan, además de la propia cordillera, paisajes de cuatro comunidades autónomas que o bien la ocupan o bien son cercanas a ella: Cantabria, Asturias, Castilla y León y Galicia. Como en el primer filme, se capta, con una belleza sin par, a la fauna de estos hábitats, y se consigue también rodar por vez primera escenas de su vida cotidiana e íntima como la primera cacería de lobos ibérica de la historia o la primera toma en la que coinciden, juntos, varios urogallos cantábricos. En varias épocas del año se sigue a animales famosos como los mencionados o como el impresionante oso pardo y también a otros mucho menos conocidos e igual de interesantes como el rebeco, el abejero europeo, el mirlo acuático europeo, la víbora de Seoane o la mariposa hormiguera oscura. En "Guadalquivir" fue la cantante Estrella Morente la narradora de los hechos, y aquí lo es el famoso locutor Luis Ignacio González, que pone la voz idónea, relajada pero potente, para narrar este viaje natural. Es cierto que el documental podría haber arriesgado un poco más y que en algunos momentos cae ligeramente en la monotonía y, sobre todo después del precedente de "Guadalquivir", se puede hacer algo acomodaticio y predecible. Sin embargo, sigue siendo una película preciosa que, cosa que no sucede a menudo con este "género" del documental de naturaleza, se llegó a estrenar también en los cines. Muy bella y recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario