Porco Rosso
jueves, 11 de enero de 2018
RITUAL IN TRANSFIGURED TIME de Maya Deren - 1946 - ("Ritual in Transfigured Time")
Durante una fiesta en la que los bailarines cambian constantemente de pareja, se genera una extraña persecución.
La cuarta obra que nos ha quedado de Maya Deren es "Ritual in transfigured time", un nuevo cortometraje, ahora de quince minutos, en el que vuelve a experimentar con los recursos que le da el tratamiento de la imagen en movimiento en el arte cinematográfico para volver a sacar al espectador de la comodidad de la narración lógica habitual. El significado de esta nueva obra está abierto, como en las anteriores y en las posteriores, a toda clase de interpretaciones, y hay mucho material escrito en las redes que posiblemente de mucho más en el clavo que esta pequeña reseña de este pequeño blog. La propia Deren vuelve a ser una de las protagonistas del filme, y se "transfigura" con la también bailarina Rita Christiani. Ambas, tras un inicio en el que Deren maneja frente a la segunda una madeja de hilo de una forma bella y sensual, se intercambian los cuerpos constantemente durante la persecución de un bailarín misterioso que culmina en el mar, en el lugar donde comienza el anterior cortometraje de la directora "At land". En medio de este comienzo y este final, los personajes pasan por una sala donde hay una fiesta y un baile durante el cual todo el mundo cambia de pareja sin cesar y sin conocerse muchas veces, o eso es lo que se sugiere. Maya Deren lo maneja todo con un ritmo apabullante, con un montaje cargado de dinamismo, con una fluidez pasmosa que a la vez improvisa y que parece influenciada por el sentido automático de la música del jazz. Imágenes de una exhuberante belleza se superponen con otras oscuras que sugieren peligro, amenaza.
¿Qué veo yo aquí? Veo intercambio social libre, veo búsqueda del yo interior, veo una huida hacia la naturaleza (tal vez simbolizada en el mencionado mar y en el agua, elemento conductor presente como he dicho en otros cortos de la creadora), veo una crítica al oscurantismo religioso y una vuelta a la alegría pagana y veo una liberación del clasismo hipócrita que se practicaba en la época, la segunda mitad de los años cuarenta del siglo pasado, por medio también de la mencionada liberación de las normas de espacio y tiempo habituales del cine narrativo clásico. Por cierto, en la cinta participaron en calidad de actores no profesionales figuras célebres del mundo intelectual del momento y amigas de la directora como los escritores Anaïs Nin y Gore Vidal. Un reparto de lujo, desde luego. "Ritual in transfigured time" es otra pequeña obra para pensar, para sugerir, para discutir y, también, para aprender a rodar buen cine.
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