Hace un año que el pintor holandés Vincent van Gogh se suicidó y el cartero Joseph Roulin, inmortalizado por él en uno de sus lienzos, le pide a su joven hijo Armand que le entregue su última carta a su hermano, Theo van Gogh. Armand visita en su camino la pequeña localidad francesa rural de Auvers-sur-Oise, en donde el artista pasó sus últimos meses pintando y en donde se disparó el tiro que le mató. Además de con Theo, va hablando con todas aquellas personas que le conocieron. Poco a poco, va surgiendo ante él la verdadera y atormentada figura de un hombre ignorado y despreciado que, sin embargo, cambió el arte de la pintura para siempre.
La producción polaca "Loving Vincent" es una de las películas animadas más impresionantes que he visto en mi vida. Se trata de la primera creación de animación que ha sido enteramente pintada de la historia. Sus 65.000 tomas han sido pintadas, valga la redundancia, al óleo, por un grupo de 125 pintores, todos ellos especialistas en trabajar en este medio seleccionados de entre alrededor de 5.000 candidatos. Todo ello desarrollado en cinco largos años de trabajo intenso y además con problemas financieros que por suerte pudieron ser sorteados con éxito. El resultado es único, espectacular, de matrícula de honor y sencillamente soberbio, y ya tiene un lugar en la historia del cine que se ha labrado de forma fulminante. Dorota Kobiela, directora polaca que ya había dirigido antes el filme de aventuras "La máquina voladora", y Hugh Welchman, animador inglés formado en varios cortometrajes, debutan en el "género" con esta obra maestra que narra, en clave casi de thriller cotidiano, la búsqueda de las posibles razones del suicidio, muy extraño, del pintor holandés Vincent van Gogh, con solamente 37 años de edad. Armand, hijo del cartero Joseph Roulin, inmortalizado por el artista en uno de sus lienzos, viaja a Auvers-sur-Oise, la pequeña localidad francesa rural en la que éste vivió sus últimos tiempos pintando y en la que se quitó la vida. Alrededor de su aventura, se va retratando la figura del genio incomprendido, mientras se retrata a su vez la vida de todo artista auténtico, marginado, con principios sólidos, pero condenado a la pobreza, al ostracismo y hasta al desprecio.
Se especula en el filme con las diversas teorías sobre el mencionado suicidio, efectuado con una pistola en extrañas circunstancias, y se tocan otros asuntos como la naturaleza revolucionaria del arte de este pintor único, su relación con el también pintor clave Gauguin o con su hermano Theo y su vida atormentada, marcada por la frustración constante y por la depresión y entregada a pesar de ello al arte en todas las consecuencias en una sociedad cerrada, brutal, ignorante y pacata. Se insinúa, según veo yo por lo menos, homosexualidad oculta, aunque en esto hay bastante polémica. Todo con una animación primorosa, inolvidable, que homenajea sin cesar a las obras del pintor, integradas como escenarios o como detalles o sencillos homenajes que hay que descubrir durante la trama. "Loving Vincent" es una genialidad, una obra maestra. Se ha llevado muchos premios en diversos certámenes internacionales y ha sido un gran éxito de taquilla, y lo merece, vaya que sí. Imprescindible.
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