Porco Rosso
miércoles, 20 de diciembre de 2017
UN INVIERNO EN LA PLAYA de Josh Boone - 2013 - ("Stuck in Love")
Bill Borgens es un reconocido novelista que pasa por la peor crisis de su vida tras su divorcio, que no ha aceptado. Bill no se resigna a su pérdida y nada le llena, y esto le está afectando hasta a su capacidad para enfrentarse a la página en blanco. Mientras, su ex mujer, Erica, trata de rehacer su vida con otro hombre y los hijos de ambos, Samantha y Rusty, se enfrentan a los dilemas de sus primeros grandes amores de juventud mientras experimentan con sus primeras novelas y relatos, en los que plasman sus vivencias y sus visiones del mundo.
"Un invierno en la playa", el debut del norteamericano Josh Boone en la dirección, es una comedia romántica de cauces habituales que, sin embargo, sorprende por su buen hacer (que no es que abunde precisamente en este devaluado género) y por sus diálogos, personajes y situaciones con una mínima inteligencia. En sí el filme no es ni original ni magistral, pero narra una trama de pérdidas amorosas y estancamientos vitales (su título real, que no tiene nada que ver con el horrendo adaptado para el mercado español, es "Stuck in Love") en un ambiente de intelectualidad literaria y pijerío urbanita. Sí, tiene todo esto un cierto tufillo a Woody Allen, aunque tampoco es que sea una copia descarada del estilo de sus obras. Un estupendo Greg Kinnear es un escritor famoso que lleva muy mal, fatal, el haberse separado de su mujer, otra estupenda Jennifer Connelly, y cuya relación con sus dos hijos no va del todo bien. Todos ellos son de una forma u otra amantes de la literatura, y la referencia a los libros está servida, y todos ellos son un poco esnobs también. La película es un retrato generacional y de los problemas que cada grupo de edad tiene en su momento más importante. Tenemos amor y desamor esencialmente como asuntos centrales, y vamos pasando del primer amor de adolescencia al miedo ante una relación seria de una persona que se esconde en la promiscuidad o al sentimiento de fracaso vital y desamparo que se vive tras un divorcio. Alrededor pivotan otros temas como el bloqueo creativo, el miedo a las nuevas y desconocidas etapas, la soledad, el rencor, la enfermedad, la llegada de la muerte o la amistad. Los diálogos son dignos y todo está tratado con seriedad. El drama no se quema con rapidez y el ritmo es fluido y fresco. Echo más en falta una crítica a las clases altas y a los "problemas del Primer Mundo" en la obra, porque creo que esta posibilidad estaba servida en bandeja y el director no la ha aprovechado (que sí, que la sombra de Woody Allen es alargada, lo reconozco). Sin embargo, tampoco Josh Boone está obligado a hacer esto. "Un invierno en la playa" es una película de amores bellos y frustrantes muy bien hecha, que puede que no sea muy recordable, pero que siendo una comedia romántica está por encima de sus compañeras habituales de género en casi todos los aspectos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A mí me gustó esta peli, la verdad! Están muy creíbles todos sus protagonistas...
ResponderEliminarUn saludoOo enorme!!