David es un inventor de aplicaciones de una gran empresa de Nueva York que ha creado unas gafas de realidad virtual con las que se pueden generar avatars de personas conocidas. David quiere triunfar en todos los aspectos laborales y sociales de su vida y pasa el tiempo o estresado en sus proyectos o de juerga. Y a David se le ocurre una nueva forma de usar su nueva aplicación...
El actor y director Benjamin Dickinson ha dirigido hasta la fecha dos películas: el drama de supervivencia "First Winter" y esta excelente "Creative Control".
"Creative Control", que ha tenido muy poca repercusión en las salas en general, incluso en las independientes, es una de las películas más geniales y mortíferas de los últimos años, película cuya existencia ni siquiera conocía y que encontré, felizmente y de casualidad, una tarde en la cinemateca del Cine Albéniz de Málaga, mi ciudad. Imagínense mezclar a la serie "Black Mirror" con una comedia de Woody Allen y darle un toque del cinismo de obras como "Trainspotting". "Creative Control" es todo eso y más. Benjamin Dickinson dirige y protagoniza esta fábula con tintes de ciencia ficción (pocos realmente, porque al igual que ocurre con "Black Mirror", cada vez nos vamos acercando más a un mundo loco de aplicaciones para todo y de tecnología desbocada) en la que se pone a parir sin ninguna piedad al todo el mundo de los trabajadores de las industrias de las redes sociales y las aplicaciones. El protagonista, el mismo Dickinson en un papel genial, es un creativo de una empresa que tiene entre manos un gran proyecto: unas gafas de realidad virtual con la que se pueden, entre otras cosas, crear avatars inventados de personas conocidas. Se imaginan los usos que puede tener esto... Y a partir de esta premisa se despliega una comedia satírica brutal, sin concesiones, que despelleja a todo el mundo sin ninguna piedad y en la que todos nos podemos ver en parte reconocidos. Alrededor del inventor de aplicaciones giran toda clase de personajes: ejecutivos neoliberales agresivos, diseñadores y publicistas esnobs, perseguidores incansables del éxito expertos en aparentar bondad y meter puñaladas traperas, hippies más falsos que un euro de chocolate, fanáticos del postureo, hipócritas de postin asiduos de eventos sociales guays, gurús charlatanes, ninis parásitos que dan lecciones morales, artistas farsantes, chamanes urbanos de pacotilla.
La crítica que se hace al mundo empresarial de hoy en este filme en día es frontal y hasta violenta, pero todo está realizado desde un punto de vista satírico cargado de cruel ironía que se burla de todo y de todos, que pone a parir la idiotez de este nuevo universo fanático de adictos al trabajo y al éxito social que dan lecciones sobre cómo vivir la vida a los demás mientras traicionan a sus amigos y presumen de su nuevo móvil en la fiesta enrollada de turno. Los diálogos son chispeantes y están cargados de una inteligencia brutal, y los gags inolvidables, la estética aséptica en blanco y negro es la perfecta, los personajes son despojos despreciables, las actuaciones clavadas y el desenlace es sencillamente una maravilla. "Creative Control" es una obra maestra pequeña para troncharse de risa y morirse de pena. Imprescindible: encuéntrenla y véanla. No tiene desperdicio y merece ser reivindicada sin cesar.
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