Porco Rosso
domingo, 3 de diciembre de 2017
ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS de Kenneth Branagh - 2017 - ("Murder on the Orient Express")
El detective belga Hércules Poirot, tras resolver con éxito un caso más, parte desde Jerusalén en dirección a su país en el Orient Express. Es pleno invierno y en el tren hay muy pocos pasajeros. Una noche, en las montañas, un alud hace descarrilar a la locomotora y todos se quedan aislados a la espera de que los rescaten. Entonces, algo terrible ocurre... Un asesinato en uno de los compartimentos. Un nuevo enigma para Poirot.
Tal vez "Asesinato en el Orient Express", una de las novelas más famosas de Agatha Christie y de su personaje más famoso, el detective belga Hércules Poirot y que ha sido adaptada varias veces para las pantallas (1974 con Albert Finney, 1989 con David Suchet o 2001 con Alfred Molina) no sea una de las mejores películas de Kenneth Branagh y no llegue ni de lejos a las cosas que hizo en décadas anteriores, pero desde luego es, indiscutiblemente, lo mejor que ha hecho en diez años, aunque tal vez suene triste decirlo. El gran adaptador moderno de Shakespeare al cine lleva desde 2007 sin dar pie con bola. Lo mejorcito que hizo desde entonces fue "Thor", y sin que fuese ninguna maravilla. Lo otro fue un remake innecesario y horrendo de "La huella", un reinicio olvidable de las aventuras de Jack Ryan ("Jack Ryan: Operación Sombra") y una repugnante nueva versión de "La Cenicienta". Impropio totalemente de este director. Su incursión en las aventuras de Hércules Poirot no es perfecta, pero es bonita, divertida, bien recreada, hecha con mimo y con un repartazo. Juega en su contra el que tal vez su historia sea ya demasiado conocida, por la novela y por la gran cantidad de adaptaciones a muchos medios, pero Brannagh sabe desplegarla y ordenarla con ritmo, sabe dosificar toda la información muy bien, sabe dar su lugar a cada personaje y su momento de protagonismo necesario, sabe poner la dosis de humor fino adecuada cuando ha de colocarla, sabe virar al drama justo cuando la trama lo necesita y sabe exponer perfectamente el dilema moral sobre las diferentes concepciones de justicia que plantea todo. Vale, sólo tiene que copiar de una novela. Ok, la historia no es original. Pero Brannagh es uno de los mejores adaptadores literarios al cine de las últimas décadas y, por fin y por primera vez en mucho tiempo, sabe hacer bien su trabajo. A esto le unimos un escenario muy bien recreado, una representación histórica muy rica, unos recursos estéticos muy vistosos (el plano de la La Última Cena me encantó y los cambios al blanco y negro creo que son muy acertados para las situaciones que describen) y un reparto que está en estado de gracia (todos y todas clavan a sus personajes y lo hacen con mucho carisma, y no es para menos). En fin: "Asesinato en el Orient Express" es de lo mejorcito de este director en mucho tiempo, y eso la ensalza. Tal vez estemos a las puertas de una nueva etapa para él en la que le volvamos ver a hacer cosas dignas. Esperemos.
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