Documental sobre la favela de Candeal, en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía, donde gracias a un proyecto artístico y social del músico Carlinhos Brown se han erradicado las drogas y las armas para dar paso a un barrio multicultural dedicado a la grabación de música internacional en el que sus vecinos tienen a su disposición toda clase de equipamientos dedicados al bienestar y a la cultura.
Fernando Trueba, el que nos regala una maravilla y luego un truño y así sucesivamente, el que es capaz de fascinarnos con obras maestras como "Chico y Rita" y golpearnos en la cara por igual con bodriazos de la talla de "El baile de la victoria". Hoy por suerte nos toca hablar de una maravilla, de una de sus mejores películas. Después de un documental tan interesante como "Calle 54", se embarcó en "El embrujo de Shanghai", una película de encargo que le llegó casi de rebote (tras el abandono de su plató por parte de Víctor Erice) y que tal vez por ello le salió totalmente desastrosa. Luego, volvió al documental con "El milagro de Candeal", una de sus mejores creaciones, como he dicho. Candeal es una favela de la ciudad brasileña de Salvador de Bahía en la que no hay armas ni drogas desde que los proyectos sociales y musicales del músico Carlinhos Brown cambiaron su realidad de violencia y marginalidad para siempre. El genio del jazz cubano Bebo Valdés, presente también en la anterior "Calle 54", es el guía del equipo de Trueba en la ciudad, a la que viaja al inicio del documental. El director madrileño, melómano empedernido y amante en especial de la música sudamericana, viaja por las raíces africanas de Candeal para ser testigo de cómo se han mezclado con las autóctonas en un vórtice de alegría multicultural que ha terminado por revitalizar el barrio, que cuenta en el año de realización del filme, 2004, con un gran conservatorio de música y un estudio de grabación de fama internacional al que acuden a crear músicos de todos los continentes. Esto ha repercutido en el fin del estigma de peligrosidad que tenía la zona y en la creación de infraestructuras que han mejorado de forma radical la vida de todos sus vecinos, que disponen ahora de variados espacios culturales, centros de salud y equipamientos destinados al ocio digno en un ambiente de respeto y seguridad ciudadana.
Carlinhos Brown, promotor de todo esto, artista solidario donde los haya que utiliza su gran éxito comercial a nivel mundial para ayudar a los más necesitados, habla además con Valdés, ante la cámara de Trueba, de los problemas de Brasil y del continente sudamericano en general, de la lucha contra la pobreza y la miseria, de la falta de oportunidades para los jóvenes, de la cooperación vecinal, de la mencionada relación de su cultura con las africanas, de las fusiones artísticas y su capacidad para enriquecer, de las religiones ancestrales que marcan la vida de la favela y del empuje decisivo de las mujeres en su proyecto de revitalización, empuje que también las ha ayudado a salir de la poca relevancia que les daba una sociedad esencialmente muy machista. A través de la música tocamos asuntos universales y se lanzan mensajes combativos y solidarios, y descubrimos que el arte es capaz de cambiar situaciones paupérrimas abriendo mentes y llamando a la acción. "El milagro de Candeal", con una banda sonora impresionante, como no podía ser de otra manera, es un documental original, sentido, sincero, optimista por todo lo alto y combativo, lleno de color y efervescencia creadora. Este sí es el Fernando Trueba que merece la pena.
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