Porco Rosso
martes, 13 de junio de 2017
LA ENTIDAD de Eduardo Schuldt - 2015 - ("La entidad")
Cuatro estudiantes de audiovisuales de Lima deciden rodar un documental sobre las reacciones de internautas ante los vídeos fuertes o desagradables que ven en las redes. Cuando encuentran uno especialmente extraño, en el que tres jóvenes gritan aterrorizados ante la pantalla, algo terrible empieza a ocurrir...
El peruano Eduardo Schuldt es un director especializado en la animación, aunque ha dirigido también el bodrio de imagen real que hoy comentamos, "La entidad". El resto de su filmografía se compone de "Piratas en el Callao" (la primera película animada en 3D de Perú y de Latinoamérica), "Dragones: Destino de fuego", "El delfín: La historia de un soñador", "Lars y el misterio del portal", "Los Ilusionautas", "El Cascanueces" y "Condorito: La película en 3D", sobre el popular personaje de los cómics del chileno Pepo.
Una vez más, encuentro críticas muy positivas a una película de mierda en foros, blogs y páginas de todo pelaje en general sobre cine fantástico y de terror. Una vez más, la veo y me encuentro con que efectivamente es eso, una película de mierda. Hoy os hablo de "La entidad", una exitosa producción peruana de "metraje encontrado" con todos los tópicos de siempre y todo el mal hacer de siempre. A veces pienso que ciertos fans del cine de horror dan mejores notas a películas que no son norteamericanas por el simple hecho de no serlo. Porque esta cosa infame la hemos visto miles de veces venida de los USA y ha sido vapuleada sin piedad, pero parece que como ahora viene de Perú, pues hay que darle oportunidades extra o algo así. "La entidad" es la porquería habitual: unos niñatos graban un documental cutre y un monstruo les empieza a matar uno a uno. Tenemos una trama de mierda con chistes de mierda, giros de guión de mierda (el desenlace es auténticamente pestoso, un insulto a la inteligencia), sustos de mierda (ni uno vale para dar algo de miedo) y carreras por sitios oscuros de mierda (porque ya saben que los protagonistas en vez de grabar de día lo hacen de noche, muy lógico) con berridos irritantes y muertes totalmente predecibles y chorras. Ahora la maldición de turno es una aparición precolombina quechua que se quiere vengar de los cristianos católicos (aunque en la práctica da igual, se cepilla también a los ateos y a nadie le importa un pito). Los efectos especiales pueden ser medio resultones, especialmente teniendo en cuenta que el filme tiene un presupuesto muy reducido, pero nada más. El resto es infumable, aburrido, visto mil veces, frito y refrito en aceite rancio desde los tiempos de "El Proyecto de la Bruja de Blair" que popularizó este género. No pierdan el tiempo con esta basura, por mucho que fans del terror emocionados se la recomienden con fiebre. Es una cagada como una catedral.
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