Porco Rosso

Porco Rosso

domingo, 23 de abril de 2017

FAST & FURIOUS 8 de F. Gary Gray - 2017 - ("The Fate of The Furious")


Tras una misión en Berlín, Dominic Toretto traiciona repentinamente a sus amigos y los deja vendidos y a algunos hasta heridos. Luke Hobbs es arrestado y encarcelado y el resto del equipo escapa por poco y destrozado por lo que acaba de ver. Letty, sin embargo, se resiste a creer lo que ha ocurrido y cree que Dom actúa coaccionado por alguien en la sombra. El grupo se enfrenta a algo a lo que nunca esperaba tener que enfrentarse...


F. Gary Gray es un director irregular capaz de entregar películas interesantes y destacadas y bodrios inmensos. Su carrera empezó con filmes más imaginativos y ha ido derivando a cosas más mediocres. Su filmografía se compone de la comedia "Friday", del drama "Hasta el final", del thriller "Negociador", de las películas de acción "Diablo" y "The Italian Job", de la comedia "Be Cool", del thriller "Un ciudadano ejemplar", del drama "Straight Outta Compton" y de la comentada "Fast & Furious 8".


Dejaron la saga mal cerrada pero cerrada a pesar de todo tras la desgraciada muerte de Paul Walker en un accidente de coche el 30 de noviembre de 2013. Sin embargo, al final se arrepintieron, porque no podían dejar escapar a la gallina de los huevos de oro así como así y la retomaron este 2017 con "Fast & Furious 8", y vienen en camino dos entregas más de esta franquicia que terminará al parecer teniendo un total de diez más algún spin-off que se está preparando por ahí. Y si las anteriores partes eran malas, ya de este engendro pueden esperarse lo peor. Repite el reparto de nuevo excepto el mencionado Walker, quitado de en medio con una excusa tonta, y ahora Charlize Theron es la mala malísima de turno (tienen que haberle forrado la casa de billetes para que esta actriz haya querido salir en esta saga). La trama es una chorrada predecible y tópica con drama cutre y ni siquiera coincide argumentalmente con muchos puntos de las anteriores entregas (total, al público "básico" o le importa un pito o ni se acuerda ya de ellas): hay lagunas de guión por todas partes, personajes que cambian de carácter (especialmente el de Jason Statham, que era un asesino terrible que hasta mató a amigos de los protagonistas en anteriores entregas y ahora se hace colega de ellos por la puta cara), personajes que son reubicados al tun tun, eventos del pasado que cambian porque sí, eventos presentes que no concuerdan con los del pasado. Una prenda, vaya. En fin, si es que da todo igual: la película va a ser un éxito porque su saga lleva quince años siéndolo... ¿Para qué nos vamos a currar las cosas? El resto es pura fantasmada. Ahora los coches se enfrentan directamente a tanques y a submarinos nucleares en el Polo Norte y se quedan tan panchos. Y nos saltamos las leyes de la física como nos da la gana y los protagonistas son todos invencibles y los malos casi. Y tenemos unos diálogos de pena, llenos de chascarrillos y testosterona y fanfarronería y hasta alguna que otra frase sorprendentemente machista. Y la gracieta dura encima más de dos horas que se vuelven insoportables, en especial una batalla final que se hace eterna y que hasta está mal rodada, a base de planos repetidos y escenarios que nunca terminan, como el campo de fútbol en el que jugaban Oliver y Benji. En fin, la octava parte de esta franquicia exitosísima es otro truño como una catedral. Apestosa muestra de cine poligonero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario