Porco Rosso

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miércoles, 29 de marzo de 2017

VIVIR RODANDO de Tom DiCillo - 1995 - ("Living in Oblivion")


Nick Reve es un director de cine que está tratando de rodar como mejor puede una película independiente. Aunque ama lo que hace por encima de todo y aunque no está dispuesto a renunciar al filme en absoluto, se siente abrumado por la locura que se da diariamente en el plató. Todo es un caos, y su equipo tiene problemas constantes, entre ellos de relaciones personales y hasta amorosas. Pero Nick no se va a dejar vencer por las circunstancias: va a terminar su obra aunque sea lo último que haga y aunque esto le cueste un ataque de histeria y de locura.


Pocos directores han tratado tan bien el proceso de creación de una película como Tom DiCillo en "Vivir rodando" (la "Noche Americana" independiente de los noventa en los USA). Basado en su propia experiencia con el rodaje de "Johnny Suede", el director norteamericano retrata de forma magnífica, irónica, desprejuiciada, loca pero realista lo que es el demencial mundo de estrés interminable al que se ven sometidos los equipos de filmación de casi cualquier producción. La misma "Vivir rodando" (por cierto de título real "Living in Oblivion") se retroalimentó a sí misma, valga la redundancia, porque su proceso de filmación fue también complicado y lleno de accidentes. No en vano, primeramente DiCillo rodó una cinta que le resultó demasiado corta para ser un largometraje convencional y demasiado larga para ser un cortometraje, así que se vio obligado a alargarla en hasta dos partes más que rodó por separado. Para colmo, fue rechazada por todos los productores con los que el director contactó y finalmente fue financiada y distribuida con ayuda de sus amigos y de su propio equipo. Steve Buscemi está soberbio. Simplemente soberbio. Es éste uno de los mejores papeles de toda su carrera: histérico, desvalido, enloquecido, depresivo; es un creador sumergido en pleno proceso de construcción de una obra que le viene tal vez grande (en parte porque en el cine no todo depende del mismo autor) pero que por nada del mundo quiere dejar. Alrededor de él se afanan sus colaboradores, con problemas también, y para colmo entra en escena el factor muy humano de las relaciones personales y en concreto de las amorosas. Porque "Vivir rodando" es una película sobre el rodaje de películas pero también es una película sobre relaciones personales, uno de los campos en los que Tom DiCillo siempre ha estado más interesado. Amor, desamor, fama, frustración, persecución de los sueños, divismo, luchas de egos, problemas de toda clase se dan la mano en este plató lleno de locura pero también de ternura. Los diálogos, llenos de referencias culturales, son fantásticos, y el estilo independiente es el adecuado y, por supuesto, la banda sonora es deliciosa viniendo de un melómano empedernido como es su realizador. "Vivir rodando", que fue un éxito inesperado en festivales independientes, confirmó a Tom DiCillo del todo como gran promesa del cine de los años noventa. Y no decepcionó.


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