Porco Rosso
lunes, 13 de marzo de 2017
HEDI de Mohamed Ben Attia - 2016 - ("Inhebek Hedi")
Hedi es un joven de Túnez solitario, apático y que lleva una vida triste y sin sentido ninguno. Trabaja en un aburrido concesionario de coches que detesta y su familia, muy tradicional y preocupada por el dinero, le ha elegido sin apenas contar con él a su futura esposa, una mujer a la que apenas conoce y de la que no está en absoluto enamorado. Un día, Hedi conoce de casualidad a Rim, una animadora turística por la que se siente atraído. Ella parece sentir también algo por él. Tal vez sea este el trampolín que necesita para dejar atrás su vida insoportable...
"Hedi", subtitulada en su versión española "Un viento de libertad", es la primera película del tunecino Mohamed Ben Attia, y es una película fantástica que sirve tanto de metáfora del Túnez actual posterior a las Primaveras Árabes como de historia universal sobre la valentía vital en general. Por medio de una trama simple y cotidiana el director nos muestra algo muy reconocible: la incapacidad de escapar de un ambiente social opresivo. Asunto básico del cine social y del arte social en general. Hedi, el protagonista del filme, es un joven que siempre ha vivido como los demás quieren que viva: su madre y su hermano mayor son los que dictaminan lo que ha de hacer, y ellos se adecuan a su vez a las imposiciones de las costumbres religiosas rancias y a las tradiciones más castrantes de su país. Su familia le elige el trabajo (aburrido y frustrante) y también la futura esposa (una joven guapa pero de la que no está enamorado y de la que realmente sabe bastante poco a pesar de conocerla desde hace años). La falta de comunicación es total, y Hedi vive en una constante apatía de la que no sabe escapar. Todo cambia cuando conoce a una chica que es animadora turística y que sí que le llena realmente. La pregunta es: ¿Está dispuesto a ser valiente y a afrontar una nueva vida sin imposiciones sociales? La historia de Hedi es una metáfora del propio Túnez, un país donde la mencionada Primavera Árabe ha hecho que las cosas cambien para mejor y ha traído vientos de libertad pero que se resiste con todas sus fuerzas a abrazar las novedades y la libertad. Habla sobre la comodidad del esclavo, sobre la cobardía del que lo tiene todo hecho, sobre la rebeldía "de boquilla", y pone en la picota la hipocresía, las tradiciones opresoras, la religión y sus idioteces rancias, la tiranía del dinero y del "qué dirán". Todos los personajes con fieramente reales, ambiguos, llenos de heroicidad y de meteduras de pata, y en concreto el protagonista, interpretado de forma genial por Majd Mastoura, es el primero que está lleno de fallos. El estilo es directo, simple, cotidiano, y bebe de la tradición del mejor cine social centrándose en las pequeñas cosas y en los diálogos simples y creíbles que delinean un mundo completo con su sola existencia. "Hedi", con un desenlace por cierto demoledor, es una muestra de un cine desconocido, el tunecino, que tiene mucho que decir y que deja bien patente los vientos de cambio que surcan este país.
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