El Señor Hulot trabaja ahora para Altra, una compañía de coches para la que ha diseñado una disparatada furgoneta-camping. Con el objetivo de exhibirla en un gran festival del automóvil holandés, Hulot y sus compañeros viajan desde París hasta Amsterdam. El trayecto va a ser, para variar, un auténtico caos.
Jacques Tati, como otros tantos directores adelantados a su tiempo, fue bastante incomprendido y tuvo mucha mala suerte en lo comercial. "Playtime" le costó un dineral que no pudo recuperar y, aunque hoy es reconocida como una de sus obras capitales, en su día no tuvo el éxito esperado y le dejó casi en la bancarrota. Pudo volver a dirigir, pero no volvió a contar con un presupuesto como el de aquella y "Trafic" fue su última película de ficción y la última con el mítico Señor Hulot como protagonsita. "Trafic" tiene algunos gags magníficos (el del atasco con accidente delirante incluido es genial), pero en general ha perdido la inventiva de las anteriores cintas de su creador. En parte, por el poco presupuesto: el humor de Tati se basa en la interacción con los escenarios, y los de "Playtime" eran dificilmente superables, aunque para mi esta película no me parece al nivel de "Las vacaciones del Señor Hulot" o "Mi tío" (y lo dejé claro en su crítica). Pierde también enteros el ver al mencionado Señor Hulot algo aburguesado y trabajando para una compañía de coches, aunque sus diseños sean verdaderamente disparatados (el coche-camping es genial, desde luego): el personaje bohemio, sin oficio ni beneficio, desastroso y perdido en la vida pero feliz con poco y alegre con menos ahora está metido en el mundo empresarial y por lo menos a mi este hecho me choca algo y me parece fuera de lugar. Tati, no sé si por desánimo o por todos los problemas económicos que tuvo, está desinflado, y hasta su humor me parece en este caso menos brutal, menos crítico con la sociedad del consumo y de la tecnología desaforada que en sus anteriores filmes (lo es, desde luego, pero aquí está más blandito). El resto, es lo de siempre: gags colectivos y democráticos, planos lejanos y retratos de un mundo deshumanizado y que busca la uniformidad tonta y esnob. Lo de siempre pero en conjunto algo deslucido. "Trafic" fue un éxito discreto y no sacó a Tati de los problemas que tenía. En 1974 dirigió su última película, ya estrenada en televisión (aunque posteriormente llevada a algunos cines), una grabación de una actuación de circo en la que él participaba, y estuvo ocho años trabajando en guiones que no pudo sacar adelante hasta su muerte en 1982 de una repentina embolia pulmonar. Una pena el caso de este director básico de la comedia francesa. Uno más valorado tras su muerte, como Orson Welles. Erich Von Stroheim o Jean Vigo.
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