Porco Rosso
miércoles, 21 de diciembre de 2016
CORAZÓN REBELDE de Scott Cooper - 2009 - ("Crazy Heart")
Bad Blake fue un día, hace muchos años, una de las más grandes estrellas de la música country, un artista admirado en todos los USA y más allá por sus extraordinarias composiciones y sus míticas letras. Hoy, sin embargo, es un viejo alcoholizado que vive de tocar en pueblos de mala muerte y ante audiencias reducidas y nostálgicas. Su existencia es frustrante y monótona y sin ningún aliciente salvo el de ver cómo los días pasan uno tras otro. Algo, sin embargo, puede estar a punto de cambiar para Bad Blake cuando Jean Craddock, una joven periodista, quiera hacerle una entrevista para reivindicar su figura.
Scott Cooper, que el año pasado dirigió la notable "Black Mass: Estrictamente criminal", tiene en su haber antes que ésta dos películas más que loables: "Corazón rebelde" y "Out of the furnace". La primera, su debut, es una excelente road-movie crepuscular con un Jeff Bridges como siempre en estado de gracia que da vida a un viejo cantante de música country y también vieja gloria que en el pasado fue un grande de su estilo pero que hoy en día vive olvidado por casi todos y que, para colmo, ha de ganarse la vida viajando por pueblos de mala muerte de la Norteamérica profunda para tocar ante autoditorios deprimentes de decenas de personas en baretos de no menos mala muerte. Los temas habituales del "género" crepuscular de perdedores están en el filme magnificamente retratados. Con un lirismo muy bien llevado, con un gran sentido del paisaje sentimental y sus símbolos emocionales, Scott Cooper retrata la vida de un perdedor que injustamente ha sido desplazado por un arte que le debe mucho y que sólo tiene lugar ahora para las jóvenes promesas que precisamente lo que hacen es imitarle o componer basándose en su obra. Los diálogos son maravillosos y están llenos de frases geniales, los personajes destilan cariño y ternura a raudales (a Bridges se le une una Maggie Gyllenhaal soberbia y un Colin Farrell y un Robert Duvall más que notables) y la trama, fluida y delicada, va retratando poco a poco el fracaso de un hombre que, sin embargo, se agarra con todo lo que puede a la dignidad que le queda y trata de solucionar (y aceptar, que esto es lo más difícil) los errores que cometió en su pasado de egoísmo, fama, vicio y locuras. Se trata el mencionado fracaso, pero también el amor, la amistad, las relaciones entre padres e hijos y entre maestros y alumnos, la redención, la frustración, las adicciones destructivas (como el alcohol que controla la vida del protagonista), el asimilar lo que no se puede cambiar del pasado y el aceptar su peso indeleble, el rencor, los errores que condicionan toda una vida o la llegada de la vejez y la muerte. "Corazón rebelde" es una joya del cine de perdedores. Más que reivindicable.
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