VÍCTOR FRANKENSTEIN de Paul McGuigan - 2015 - ("Victor Frankenstein")

Igor es un joven jorobado que trabaja en el circo pero que estudia con fervor en su tiempo libre el cuerpo humano, en el cual se ha convertido en un genio autodidacta. Un día, un hombre misterioso llamado Víctor Frankenstein, interesado por sus grandes conocimientos, le ofrece una nueva vida: le ofrece vivir y trabajar con él en algo que le asegura que cambiará para siempre a la ciencia y a toda la humanidad. Igor descubre, sin embargo, que el experimento de Frankenstein es más peligroso de lo que imaginaba.

El inglés Paul McGuigan es un artesano que, a pesar de no contar con apenas ninguna película verdaderamente interesante en su filmografía, sabe dirigir con solvencia. Ha trabajado en series como "Sherlock", "Monroe", "Scandal", "Lucky 7" o "Criadas y malvadas". Ha dirigido el drama "The Acid House", el thriller negro "Gangster Nº1", el thriller histórico "El misterio de Wells", el drama "Obsesión", la película de acción "El caso Slevin", la nueva película de acción "Push" y la comentada "Victor Frankenstein".

"Víctor Frankenstein" es otra enésima versión de la tragedia del mítico personaje de Mary Shelley visto ahora desde el punto de vista, valga la redundancia, del famoso Igor, el ayudante (cinematográfico, en la novela no aparece) del doctor de marras (que por supuesto no es nada feo y es hasta algo metrosexual). La película podría haber resultado interesante pero todo se va por el sumidero en una trama que no empieza mal, que resulta interesante en sus inicios al establecer una relación que nunca habíamos visto en el cine entre los mencionados Igor y Víctor Frankenstein. Después, todo se va de madre. Paul McGuigan no sabe darle definición al conjunto. Amparada en el éxito de revisitaciones fílmicas de grandes sagas de la literatura clásica como el "Sherlock Holmes" de Guy Ritchie, la película pone a sus dos protagonistas a vivir aventuras en las que hay un poco de todo, pero muy mal mezclado: drama, thriller, acción, romance, algo de terror e incluso algo de leve comedia. Todo muy turbio e indefinido, como los conflictos que narra, que saltan desde la búsqueda de la personalidad hasta el desafío a la ciencia básico de la trama pasando por la ambición, la amistad o el amor. El espectador no se aclara y pierde pronto el interés, y más para colmo cuando en la parte final del filme el thriller se embrolla en las persecuciones tópicas y algo forzadas de siempre y todo acaba con un monstruo Frankenstein (bastante salchichero y mal hecho, en especial para los medios y los efectos especiales que se tienen hoy en día) persiguiendo a los protagonistas en una escena de acción cutre y mal rodada. En fin, la película tiene un punto de partida que promete un mínimo pero no lo cumple y a todos nos importa al final un pito lo que hacen este Frankenstein y este Igor, bien interpretados por cierto por James McAvoy y Daniel Radcliffe, pero eso no basta para sostener una película de trama insostenible.