Porco Rosso
lunes, 15 de febrero de 2016
SNOWTOWN de Justin Kurzel - 2011 - ("Snowtown")
Australia. Años noventa. Jamie vive en un barrio bajo de la localidad de Snowtown, al norte de la ciudad de Adelaida. Ha crecido marcado por un lugar conflictivo, por la pobreza y por la desestructuración y marginalidad de su familia. Un día, llega a su vida John Bunting, que se convierte en su padrastro. John es un hombre carismático que se mete a Jamie en el bolsillo: es fuerte, decidido y respetado en el barrio; es todo lo que él no es. Jaime se siente fascinado por John... Pero no se imagina que éste esconde unas terribles intenciones.
El australiano Justin Kurzel ha dirigido hasta la fecha el drama "Snowtown" y la adaptación de la obra de William Shakespeare "Macbeth". Actualmente prepara la adaptación del famoso videojuego "Assassin's Creed", que estrenará a finales de este año.
"Snowtown" es una película perturbadora y un ejemplo perfecto de que se puede hacer un psycothriller social redondo. El filme, el debut de Justin Kurzel en el largometraje, narra los hechos reales acontecidos en la localidad que le da nombre, situada en Australia, al norte de la ciudad de Adelaida, a lo largo de los años noventa. John Bunting, cerebro de los llamados "Crímenes de los barriles", mató a numerosas personas a sangre fría desde 1992 a 1999 en el que fue uno de los más aterradores escándalos de Australia, uno de los países más pacíficos y civilizados del mundo. Kurzel desarrolla esta historia centrándose en sus causas y consecuencias sociales y, especialmente, en cómo la pobreza y los ambientes marginales (que también existen en Australia, a pesar de todo) condicionan actitudes brutales o deshumanizadas. John Bunting es una suerte de justiciero urbano, o eso se cree él mismo. Es frío como un témpano y utiliza a sus seguidores, gente sin personalidad y adolescentes perdidos en la vida, para que le ayuden a matar. Elige víctimas que según él y sus compinches son peligros para la sociedad: pederastas, drogadictos, homosexuales. Tiene ansias de castigar, de hacer justicia. Pero a veces, como todo psicópata, también es poderosamente aleatorio, incongruente, ambiguo. Y tiene una capacidad para el liderazgo que da miedo, de puro dictador aglutinador de masas. El retrato psicológico que de él elabora Justin Kurzel es magistral, y la interpretación de Daniel Henshall como el psicópata es soberbia: el actor de miedo, miedo de verdad, con esa cara de indiferencia absoluta y sin embargo carismática, terriblemente carismática. El otro gran retrato es el de su hijastro, que débil e indefenso y en plena adolescencia conflictiva, es manipulado por su padrastro sin miramientos y el fin de su infancia es totalmente pervertido y echado por tierra.
"Snowtown" está rodada conscientemente de forma abrupta. Está poblada de cortes bruscos, de tajos que esconden parte de la historia. Y después, en contraposición a estos cortes, tenemos escenas de tortura y asesinato alargadas de forma casi voyeur. La violencia del filme es vistosa, cruda, sádica incluso en ocasiones, y no hace ni una concesión. La ambientación es gris, sucia, borrosa, y retrata los barrios bajos en los que los macabros protagonistas se mueven espléndidamente. "Snowtown" es una película impactante, y miren que es difícil impactar hoy en el cine. Es desagradable, muy desagradable, pero también es una precisa radiografía del psicópata y de su contexto que pocos filmes de este género han logrado. Muy, muy, muy recomendable obra australiana que fuera de este país no pasó con gran gloria pero que poco a poco está siendo reivindicada.
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