Porco Rosso
martes, 19 de enero de 2016
HOTEL ROOM de Cesc Gay y Daniel Gimelberg - 1998 - ("Hotel Room")
Durante un caluroso 4 de julio en un hotel bastante cutre de Nueva York coinciden un grupo de personajes muy diferentes. Un mago en busca de sexo casual, un fotógrafo en busca de una nueva gran foto, un famoso presentador de televisión que quiere suicidarse, una extraña pareja de recién casados y dos técnicos de aires acondicionados con una relación un tanto especial. Al hotel llega el delirio total y absoluto.
Cesc Gay, a pesar de tener algunas películas irregulares, se ha ido labrando poco a poco una solida carrera en el cine español que ha alcanzado su cumbre, pienso, con "Truman", la que estrenó el año pasado y que me parece una obra maestra total (de ella hablaré cuando toque). Su debut no tiene nada que ver ni en estilo ni en temas con el cine de relaciones personales que suele tratar. "Hotel Room", que co-dirigió junto al argentino Daniel Gimelberg (del que sólo conozco esta película y el drama "Antes", de 2010), es una cinta "típica" de su década, los años noventa. Rodada en blanco y negro en el apartamento de Nueva York en el que entonces vivía el propio Gimelberg, con un presupuesto muy bajo y en apenas diecisiete días, huele a Jim Jarmusch, a Tom DiCillo, a Kevin Smith, a las primeras películas de Danny Boyle incluso. No tiene pretensiones, pero sí una clara vocación artística y de mostrar algo fresco y dinámico. Narra una colección de historias diferentes ambientadas en una habitación de hotel de Nueva York durante un caluroso 4 de julio protagonizadas por personajes extravagantes y en las que tiene cabida desde el homenaje al cine negro hasta el realismo mágico. Es una colección heterogénea e irregular, pero con mucho encanto como conjunto y que se ve con agrado y rapidez. Tenemos relaciones personales entre padres e hijos, intentos de suicidio y reflexiones sobre la elección de vivir o no, relaciones de pareja u homosexualidad y homofobia (uno de los asuntos que Cesc Gay ha tratado repetidamente en muchas de sus películas). Los diálogos son rápidos y tienen gracia, y algunos son irónicos y agudos. Los personajes son tiernos y están bien interpretados y a pesar de que la historia central (la del fotógrafo) creo que flojea, todas se siguen bien (en especial la del mago creo que es delirante, y la del suicida también está muy bien). "Hotel Room" es una película "muy de su tiempo", con tics de ese cine independiente noventero al que quiere adherirse, pero muy entretenida y con encanto y rodada por dos jóvenes con muchas ganas de eso, de rodar. Después Cesc Gay despuntaría con la estupenda "Krampack" y cambiaría totalmente de registro.
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