Santiago se levanta de la cama, se arregla y baja a la cocina. Allí lo espera toda su familia y alguno de sus mejores amigos. Es su cumpleaños y todos le dan una gran sorpresa y lo colman de cariño y de regalos. Sin embargo, algo falla... Algo aparentemente insignificante que le va a echar el día supuestamente feliz por tierra y que va a cargarlo de problemas y de líos inesperados.
La primera película de Fernando León de Aranoa fue bastante diferente al resto de las que hasta este momento ha dirigido. Aunque era social, desde luego, "Familia" era una comedia. Y deliciosa, por cierto. E irónica. Con un prólogo ya de por sí fantástico, en el que se nos da una vuelta de tuerca totalmente inesperada que nos deja con una cara de sorpresa digna de ser fotografiada, la película es una reflexión lúcida, inteligente y con un humor a veces muy sarcástico sobre, como su propio nombre indica, la familia. No me quiero extender más hablando directamente de la trama porque, aunque la obra es de 1996, siempre hay personas que no la han podido todavía ver, pero sí que tengo que decir que esta trama escode una sorpresa tras otra y una situación delirante tras otra cargadas todas de grandes significados. Las relaciones entre todos los estratos de la familia y también de la amistad (padres e hijos, hermanos, marido y mujer, los mencionados amigos...) son puestas en la picota y también bastantes lugares comunes de lo "políticamente correcto" o de lo que es "socialmente esperable". El asunto principal que trata León de Aranoa es el de la soledad, la soledad en el mundo de hoy, el mundo del supuesto bienestar y de la supuesta comunicación. Esta soledad lo condiciona todo: los celos, las infidelidades, los desprecios, el amor, la sinceridad. Los diálogos por medio de los cuales se articula esta trama, llena de ritmo además y de dinamismo entre gag y gag, son mordaces, sardónicos, a veces algo canallas, a veces conscientemente algo brutos. La disección que se realiza de la unidad grupal básica de la sociedad es despiadada. Sin embargo, hay espacio para la ternura y también para la comprensión. "Familia" tiene un equilibrio perfecto entre esta ternura y la ironía.
El otro punto fuerte del filme son sus actuaciones (sin las que por cierto no sería igual). Todo el plantel está soberbio, magnifico, inolvidable. Todos y todas. La familia que da nombre al título está interpretada de forma maravillosa por un plantel genial de varias generaciones y henchido de carisma. Es tópico decirlo, pero cierto: Juan Luis Galiardo, el carácter principal, brilla con luz propia (también tiene un personaje con el que puede lucirse a gusto) y conmueve. "Familia" es una de las películas más originales del cine español de su tiempo, una joyita preciosa y novedosa, fresca y chispeante. Fernando León de Aranoa tuvo un debut inmejorable. Posteriormente, se pasó de lleno al cine más social y reivindicativo, ya en tono total de drama (a pesar de que los toques cómicos no le faltaron), con la también genial e inolvidable "Barrio".
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