EL DESAFÍO de Robert Zemeckis - 2015 - ("The walk")

1974. Philippe Petit es un joven equilibrista francés que vive para su arte y que trabaja a diario y sin cesar para hacerlo perfecto e impecable. Philippe tiene un gran sueño: necesita realizar una hazaña que pase a la historia. Un día, le llega la inspiración: en Nueva York están dando los últimos retoques a las Torres Gemelas, los dos rascacielos más altos nunca levantados en la ciudad. Aquí está el reto que buscaba: va a cruzarlos por un cable de azotea a azotea... Y sin ningún tipo de arnés protector.

Robert Zemeckis es, en general, un buen director, aunque haya perdido algo de la inventiva de sus inicios en los últimos años (no hemos vuelto a ver por desgracia obras suyas tan únicas como fueron la mítica trilogía de "Regreso al futuro" o "¿Quién engañó a Roger Rabbit?"). A veces, cuando trata el asunto de la autosuperación, uno de los temas estadounidenses por excelencia, se le va la mano con el maniqueísmo y con la ñoñez (exactamente como le pasa a Steven Spielberg o a algunos menores como Ron Howard). Esto se vio en su penúltima película, "El vuelo", multipremiada imagino por las razones ideológicas y patrioteras de siempre pero por lo menos para mi absolutamente infumable y sin alicientes. "El desafío", sin embargo, aunque vuelve a tratar este asunto, no cae en los errores de aquella, lo cual es de agradecer. Sí, es una película de autosuperación y cuyo leitmotiv es el de conseguir un sueño, pero esta autosuperación no está ligada a un panfleto cutre de apología del "Sueño Americano". El protagonista, Philippe Petit, el hombre que tuvo la osadía de cruzar los tejados de las dos Torres Gemelas a través de un cable, es francés y, aunque se queda a vivir una temporada en Nueva York, no hace alardes de ningún tipo de americanismo trasnochado. La película, con trazas de documental en el que dicho protagonista narra su historia, es ágil, entretenidísima, está llena de humor y tiene un ritmo perfecto y, además, retrata a la perfección la época en la que se ambienta, esos años setenta en los que las grandes hazañas eran todavía miradas con gran sorpresa y optimismo.

Joseph Gordon-Levitt está genial en su papel protagónico como Philippe Petit, y transmite sin problemas esa mezcla de desvalimiento y seguridad soñadoras que necesita el personaje. Las escenas de las torres están además fantásticamente rodadas: es aquí donde se nota claramente que la maestría tras las cámaras de Robert Zemeckis no ha caído ni un ápice. Toda esta parte del filme es impresionante, sencillamente. Pone los pelos de punta, a pesar de que ya nos sabemos la historia y lo que ocurrió (y eso es un mérito grandioso). Soy una persona que tiene mucho vértigo, y lo pasé realmente mal (es decir, realmente bien cinematográficamente hablando) durante la caminata en el vacío del protagonista. Y es que verdaderamente es una hazaña increíble y que nadie ha podido repetir que merecía ser enmarcada en una película. Muy bien por Zemeckis. Recomendable es "El desafío".