Porco Rosso
miércoles, 16 de diciembre de 2015
EN EL CORAZÓN DEL MAR de Ron Howard - 2015 - ("In the heart of the sea")
1850. El escritor Herman Melville visita al viejo marinero Thomas Nickerson en su casa. Busca algo de él: que le cuente la historia del naufragio del Essex, al que él sobrevivió, para que le sirva de inspiración para la novela que está escribiendo, "Moby Dick". Nickerson se niega: no está dispuesto a revivir ese trauma que le persigue desde hace décadas. Sin embargo, poco a poco, Melville consigue convencerle... Y comienza a escuchar un relato increíble.
Ron Howard es un director que nunca me ha gustado especialmente. Me ha parecido, en demasiadas de sus obras, una suerte de Steven Spielberg "menor" dedicado esencialmente a la historia familiar de superación "made in Sueño Americano" más predecible, común en el peor de los sentidos y "carne de Oscar". Sin embargo, con "Rush" me supo atrapar, y lo ha vuelto a hacer con "En el corazón del mar", su última obra. Parece que está cambiando este director. Historia sobre la escritura de la novela "Moby Dick" a manos de Herman Melville basada a su vez en la novela homónima de Nathaniel Philbrick, narra cómo el mencionado Melville contacta con uno de los supervivientes del naufragio del Essex a manos de un misterioso cachalote de color blanco para pedirle que le cuente su historia, que servirá de germen para su futuro relato. Ron Howard, como ya hizo con "Rush", rueda una película cruda, dura, violenta, muy realista. Se aleja de nuevo, y por suerte, de otras obras suyas anteriores excesivamente "buenistas" y "familiares". Y eso es muy destacable. Y, además, imprime a su obra ritmo, interés, personajes bien construidos y algo que, esto sí es cierto, siempre ha tenido: sentido del espectáculo. El filme alterna perfectamente el drama y el despliegue de las relaciones personales entre los marineros del Essex con las escenas de acción, básicamente de caza de ballenas y de enfrentamientos contra el cachalote blanco de marras.
"En el corazón del mar" consigue una gran sensación de agobio, de ambiente enrarecido, de terror a lo desconocido (el mar, uno de los medios más hostiles para el hombre, es un personaje más ejemplarmente explotado), de opresión. Los momentos en los que los marineros están perdidos en alta mar, asediados por el hambre y el destrozo de sus cuerpos, son fantásticos. Es también el filme perfectamente coherente con su mensaje ecológico: el cachalote blanco germen de Moby Dick es visto como una suerte de representación de la fuerza de la justicia de la naturaleza contra el ser humano, que destruye a sus seres y a sus ecosistemas, que extingue especies enteras solamente por el vil dinero y por alimentar a un progreso científico y tecnológico que es progreso, sí, pero también destructor.
En el lado negativo de la película podemos encontrar, tal vez, poca profundización real en el que es el asunto central del filme: la escritura de "Moby Dick". El propio personaje de Herman Melville, el escritor de la obra, está bastante desdibujado, y no queda muy claro tanto para los amantes de dicha obra como para los que no sus motivaciones a la hora de escribirla o la relación de la historia que se narra con el mensaje de la novela (que por otra parte es muy simbólica y es una de las más complejas de la literatura norteamericana; a pesar de su enorme popularidad, "Moby Dick" no es una novela fácil de leer e interpretar y tampoco es Herman Melville un escritor abierto de par en par a todos los públicos). A pesar de todo, "En el corazón del mar" es un excelente filme de aventuras, realista, crudo e interesante. Bien por un Ron Howard que parece, como he dicho, estar cambiando poco a poco su estilo y su forma de trabajar.
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