Courtney se ha instalado temporalmente con sus dos hijos pequeños, Dylan y Zach, en una apartada casa de campo que le han dejado para que esté alejada de su abusivo ex marido, con el que busca cortar todos sus lazos. Courtney trabaja restaurando una vieja iglesia que hay justo al lado de esta casa y en la que se cometió un brutal y tristemente célebre asesinato múltiple. Sus hijos no están bien en el lugar: tienen terribles pesadillas y sus actitudes se han vuelto esquivas y extrañas... Un día, un hombre misterioso aparece por allí con una rara actitud... Este hombre conoce un secreto que Courtney ignora sobre su nuevo hogar.
El irlandés Ciaran Foy ha dirigido hasta ahora dos películas, ambas encuadradas en el género de terror: "Citadel" y la secuela "Sinister II".
"Sinister", de Scott Derrickson, me pareció en su día una película de terror más que destacada, capaz de sorprender y de jugar bien con los códigos de su género y, sin ser especialmente rompedora, dejar un buen sabor de boca en el espectador. Su secuela, que era de esperar que apareciese tarde o temprano (y no ha tenido gran publicidad, cosa extraña), ya es, para variar, un bodrio. Hay algo que la distingue ligeramente de otras películas de terror de su rollo (de las continuaciones hechas como churros para explotar el fenómeno), y es que su director, el irlandés Ciaran Foy, tal vez intentando realizar un producto digno, trata de crear unos personajes con una trama por lo menos medianamente interesante. Así, y todo hay que decirlo, los caracteres de James Ransone (secundario de la primera entrega que aquí pasa a ser protagonista y nexo de unión de ambos filmes) y Shannyn Sossamon tienen carisma y caen simpáticos y hasta tienen un cierto toke "freakie" resultón. Sin embargo, aquí acaba todo: "Sinister II" es una película de terror llena de tópicos, muy predecible, con un desenlace muy visto (y que te lo esperas a kilómetros), con fallos de guión de bulto (ese niño que sabe lo que va a pasar en todo momento y que se va de día de campo pasando de todo y directo a su muerte es demencial...), sin grandes novedades más allá de sacar más jugo de la primera entrega reciclando todos sus elementos sin currarse gran cosa y, sobre todo, sin sustos. Porque no tiene ni un mísero susto y los que tiene son amagos bastante mal ideados basados en el efectismo más barato. No pasé miedo en ningún momento con "Sinister II", y eso es un pecado mortal en un filme que es... De terror. En fin, no sé si habrá tercera parte, pero una vez más los productores de turno (entre los que está el propio director del "Sinister" de 2012, que se quita inteligentemente el muerto de encima) no arriesgan absolutamente nada en esta secuela innecesaria y olvidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario