PIXELS de Chris Columbus - 2015 - ("Pixels")

Sam Brenner es un técnico de televisores que lleva una vida aburrida y sin alicientes, que se siente fracasado y que una vez, en los años ochenta, fue un gran maestro de los videojuegos arcade: fue el único momento que gloria que tuvo. Un día, su mejor amigo, que ha triunfado y que es el presidente de los Estados Unidos, le llama alarmado: los mencionados videojuegos de aquella década parecen haber tomado vida y están atacando diversos puntos del país. Sólo Sam y otros dos freakies de los juegos clásicos como él parecen tener la manera de acabar con la amenaza...

"Pixels", la última película de Chris Columbus y uno de los estrenos palomiteros veraniegos de este año, intenta recuperar la magia de las desprejuiciadas comedias de los años ochenta que mezclaban influencias de toda clase en espectáculos naif pero llenos de encanto (estilo "Los Cazafantasmas", "El chip prodigioso" o la misma saga de "Regreso al futuro"). Lo consigue en el excelente prólogo y después se desinfla y se vuelve infumable. El filme homenajea a los videojuegos primigenios de los mencionados años ochenta ("Pac-Man", "Centipede", "Qbert", "Space Invaders", "Tetris", "Donkey Kong"...) y enfrenta a un grupo de freakies que fueron niños en aquella década a una amenaza extraterrestre que pretende destruir a la humanidad atacándola con estos videojuegos. Pues bueno, la idea no tendría por qué ser mala, pero Chris Columbus está algo de capa caída y no ha sido capaz de desplegar ningún encanto ni ninguna gracia en esta película. Como he dicho, el prólogo, en una competición arcade de 1982, tiene su gracia, pero a partir de ahí no tenemos más que una colección infame de chistes cutres y de gags malos, de escenas de acción aburridas y de personajes predecibles y tópicos (capitaneados por un Adam Sandler haciendo de nuevo su papel de Adam Sandler de siempre... ufffff). Todo lleva a un desenlace de puro despropósito donde todo pasa porque sí y donde no se da ni una maldita explicación lógica de por qué pasa lo que pasa en el filme. De pena y de sopor. "Pixels" es un intento con cierta inventiva y con unos efectos especiales resultones que podrá tal vez pillar desprevenido a algún nostálgico de esa década de los ochenta que está ahora tan de moda revivir, pero no se engañen: tras este envoltorio no hay más que otra comedieta sin sustancia y de "usar y tirar" del mencionado Adam Sandler, maestro de este tipo de porquerías. No merece la pena.