Porco Rosso

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jueves, 19 de noviembre de 2015

EL SÉPTIMO HIJO de Sergei Bodrov - 2014 - ("Seventh Son")


El Maestro Gregory es el cazador de brujas más poderoso del mundo. Sin embargo, su enemiga mortal, la Bruja Madre Malkin, ha escapado y ha asesinado a su último aprendiz y, además, está llevando a cabo un plan malévolo que puede ser el más terrible que nunca ha efectuado. Gregory va a reclutar a Tom Ward. un humilde granjero que es, como todos sus otros aprendices, el séptimo hijo de su familia. Ante Tom se abre un viaje lleno de peligros donde, sin embargo, va a encontrar algo que nunca hasta entonces había encontrado.


Me gustó mucho en su momento "Mongol", el biopic de Genghis Khan que dirigió Sergei Bodrov en 2007, y por eso me animé a ver hace unos días "El séptimo hijo". La película a priori no me interesaba y, además. me daba mala espina, y por eso no le hice mucho caso cuando se estrenó el año pasado. No sabía tampoco entonces que era de este director y el género fantástico me suele gustar. Así que nada, me puse a verla un domingo por la tarde de resaca. Bueno, he dicho que la película me daba mala espina, ¿no? Pues acerté de pleno. "El séptimo hijo" es la enésima pamplina de fantasía heroica cutre con guión escrito por un adolescente en una tarde y con actores de renombre haciendo el payaso. Hay una historia sin pies ni cabeza donde todo pasa por la cara y donde los giros de guión chorras lo justifican todo (un bastón mágico da la solución a cualquier problema, casi nadie ha visto monstruos pero al protagonista le salen todo el rato en medio de cualquier bosquecillo, los malos se vuelven buenos cuando les da la gana, todo dios se transforma más que un Power Ranger...). hay un grupo de personajes tópicos e infantiles a más no poder (el héroe niñato, la bruja mala, la bruja buena, el borracho tirado de la vida que resulta ser el hombre más poderoso del mundo...) y hay una historia de amor totalmente predecible y embadurnada de azúcar hasta el infinito. Todo ello aderezado con actuaciones patéticas (es que ni Jeff Bridges y Julianne Moore se salvan), diálogos pestosos, escenas de acción aburridas y en las que no pasa nada (se lleva la palma ese combate final en el que nadie lucha contra nadie -por favor, obsérvenlo bien-) y una imaginación nula a la hora de construir un mundo mágico y sus personajes (gente que se transforma en dragones pencos, monstruos cutres, guerreros de juguete...). En fin, "El séptimo hijo" es una bazofia intragable. Una pena que sea de un director que me supo cautivar con una buena película hace tiempo.


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