Boston. 1975. El agente del FBI John Connolly convence al mafioso irlandés Whitey Bulger, recién salido de la cárcel, para que colabore con su organización como confidente con el objetivo de eliminar a la brutal mafia italiana de la ciudad. Él acepta... Y empieza a aprovechar sus influencias para levantar en la sombra su propio imperio. Protegido por el FBI, Whitey, un hombre violento y terrible, se empieza a convertir en uno de los gangsters más peligrosos y poderosos de la historia de los USA.
El norteamericano Scott Cooper, actor y escritor además de director, ha creado hasta ahora tres películas: el drama "Corazón rebelde" y los thrillers "Out of the furnace" y "Black Mass".
"Black Mass" supone un regreso acertado de Johnny Depp a papeles que se alejan de la interpretación de "freak" en la que se ha encasillado a lo bestia a lo largo de los últimos años. Depp es un gran actor; siempre lo fue. Sin embargo, le hacía falta volver a dar vida a algún personaje que se alejase de lo estrambótico y de las influencias de los filmes de Tim Burton o de sagas como la de "Piratas del Caribe". influencias de las que últimamente ha salido poco (aunque ahí queda un papelón como el que realizó en "Enemigos públicos" de Michael Mann). El año pasado también ya apareció como protagonista en la fallida "Trascendence" dando vida a un informático atormentado, y ahora se pone en la piel de Whitey Bulger. un gangster real que durante los años setenta y ochenta se pudrió de poder aprovechándose de sus contactos con el FBI, con el que colaboraba como confidente para dar caza a la mafia italiana de Boston, su ciudad. Depp está inmenso, todo hay que decirlo. Su personaje pone los pelos de punta, y él está como pez en el agua dándole vida en todo su cinismo y su violencia y demostrando que, cuando quiere, puede salir de sus registros más explotados y cansinos. "Black Mass" es una de esas llamadas "películas de actor". Está hecha para que el mencionado Depp se luzca, pero Scott Cooper no deja por ello de cuidarla escrupulosamente en todo momento. Los demás personajes están perfectamente desarrollados e interpretados, los diálogos son limpios e inteligentes, la trama está llevada con agilidad e interés en todo momento y la ambientación de los USA de los setenta y ochenta está perfectamente recreada.
"Black Mass" bebe mucho de los grandes títulos de cine de mafiosos de la historia del cine norteamericano, pero no los copia tampoco. Tiene reminiscencias en su ritmo y en su humor cínico a películas de Martin Scorsese como "Uno de los nuestros" o "Casino", pero la influencia es una influencia y Scott Cooper no se limita a calcar estilos y trata de otorgarle al filme una mínima personalidad en todo momento. Algunas escenas como la de "la receta" durante la cena están geniales, y la trama sabe sorprender con giros de guión que insuflan tensión e interés constante. Buen filme es en todos los aspectos este "Black Mass". Para muchos le falta la genialidad de las grandes sagas mafiosas del cine americano, y puede que estén en lo cierto, pero se trata de una obra limpia y directa y bien hecha.
Lo mejor que ha hecho Depp es bastante tiempo.No llega a la altura a los films mafiosos de Scorsese, pero tampoco era necesario. Buen film.
ResponderEliminarSaludos.