La familia Dwyer, de los Estados Unidos, se traslada a un país del sudeste asiático en el que Jack, el padre, va a trabajar una temporada. El primer día, mientras todavía están en el hotel, algo terrible ocurre: estalla un golpe de estado. Pronto, las calles se llenan de sangrientos enfrentamientos y los rebeldes empiezan un genocidio y, también, a ejecutar a los extranjeros. Los Dwyer sólo tienen una posibilidad de sobrevivir: escapar al país vecino, Vietnam, para que les de asilo y les devuelva a los USA. Una horrible pesadilla comienza para ellos.
Primera película de John Erick Dowdle que se sale del género del terror. Este director sorprendió en 2007 con una cinta fantástica que fue "The Poughkeepsie Tapes" (traducida al español este mismo año como "Recuerdos perversos" -la obra se ha estrenado muy tarde en bastantes países porque era un filme independiente que ha ido adquiriendo fama con el paso del tiempo-), pero la verdad es que, desde entonces, no ha hecho más que encadenar bodrio tras bodrio: a saber, el innecesario remake de "REC", "Quarantine"; la mala "La trampa del mal" y la todavía peor "Así en la Tierra como en el infierno", un infame bodriazo que estrenó el año pasado. "Golpe de estado" es su primera incursión en otro género: en este caso el de la acción. Es bastante mejor que las mencionadas tres películas de terror, pero es también totalmente olvidable. Una familia se encuentra atrapada en un país asiático cuyo nombre no se menciona y en el que estalla un conflicto armado y ha de escapar hacia el país vecino, Vietnam, porque los rebeldes quieren asesinarlos por ser explotadores norteamericanos. Es de agradecer que no se da una imagen maniquea de esta clase de conflictos (hay asiáticos cabrones y asiáticos que ayudan a los protagonistas) y que incluso se critica de pasada cómo los USA se aprovechan de países menos desarrollados para sacar pasta de sus miserias. Sin embargo, esto no es suficiente para salvar a una película entretenida pero repetitiva y sin alicientes.
El inicio de "Golpe de estado" está bastante bien. La tensión está conseguida y en algunas escenas se pasa un cierto miedo ante el devenir de los acontecimientos. Después, todo se vuelve como he dicho repetitivo y la acción de desboca hasta perder el realismo y llegar a desatar algunos momentos verdaderamente ridículos. Básicamente, uno no se cree que una familia norteamericana normal y corriente sea capaz de escapar de un país en guerra en plan Rambo y matar a soldados salvajes y curtidos en la batalla como a si matasen a cucarachas o saltarse las leyes de la física cada dos por tres. Esto vulgariza un cojunto que, por otra parte, sabe sorprender también con su crudeza (la película es brutal y sangrienta, bastante). Por otra parte, el personaje de Pierce Brosnan está bastante poco aprovechado y no sirve para mucho. Sí que se agradece ver a Owen Wilson haciendo un papel algo diferente a lo que suele hacer (cuando se aleja de sus habituales comedietas cutres suele sorprender). "Golpe de estado" es agradable de ver y fácil de olvidar, entretenida y ridícula. Es mejor que "Quarantine", "La trampa del mal" y "Así en la Tierra como en el Infierno", pero eso tampoco es nada difícil. John Erick Dowdle sigue decepcionando y se confirma como un Peter Medak más: sorprendió con un filme bueno y se perdió.
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