Emilio, banquero jubilado, acaba de ingresar en una residencia para ancianos. Tiene un principio de Alzheimer y está empezando a olvidar cosas poco a poco y a tener comportamientos extraños. Allí conoce a Miguel, otro de los internos, un tipo un tanto particular. Pronto, la amistad surge entre ellos: una amistad que les ayudará a solucionar sus problemas en esta cruda etapa de sus vidas en la que se sienten inútiles y abandonados pero también llenos de dignidad y de ganas de luchar.
Hay vida inteligente en el cine de animación español. En los últimos años lo han demostrado películas como la gallega "O Apóstolo"o o la excelente tercera entrega de las aventuras de Mortadelo y Filemón que volvió a dirigir Javier Fesser el año pasado. "Arrugas", de Ignacio Ferreras, es otra de ellas. Esta película de 2011 está basada en el cómic homónimo de Paco Roca, uno de los autores españoles del mundo de las viñetas más reputados, interesantes y prolíficos del panorama actual. En dicho cómic, basándose en el envejecimiento de sus propios padres y en el padecimiento de Alzheimer del padre de un buen amigo suyo, el también autor de cómic MacDiego, Roca narraba la historia de amistad de dos ancianos que se encuentran en una residencia; uno de ellos padece el mencionado Alzheimer. La película, fiel al cómic tanto en lo gráfico (es idéntica) como en lo argumental, es un canto a la dignidad y contra el abandono de los más mayores de la sociedad, que después de toda una vida trabajando y criando hijos son relegados a residencias en donde tal vez estén bien atendidos, pero en las que están claramente apartados de sus familias, que les visitan de vez en cuando solamente, como si fuesen trastos viejos o juguetes rotos que se guardan por razones sentimentales. Como en el cómic, los personajes de "Arrugas" son un ejemplo de construcción perfecta (Paco Roca estuvo un año documentándose sobre el Alzheimer y visitando residencias de ancianos), y los diálogos son una delicia de la lucidez, así como las escenas oníricas en las que se visita la vida pasada del protagonista, otros tiempos que no tienen nada que ver con los actuales y que le aislan todavía más de la sociedad.
Esta adaptación a la gran pantalla de "Arrugas" es una joyita animada en todos los aspectos. No sólo por su animación, valga la redundancia, que es una maravilla de la línea sencilla y de la fluidez simple y efectiva, sino por su mencionado mensaje crítico y por su capacidad de conmover al espectador sin caer en discursos baratos o moralinas, sin caer en ñoñerías y en efectismos o rimbombancias, Su trama es fina, directa, cruda pero tierna también, un elogio de la amistad y de la dignidad en cualquier etapa de la vida. El cómic, por cierto, es igual de recomendable: la película es un calco en multitud de aspectos. Preciosa cinta de animación española que nadie, pienso, debería perderse.
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