Londres. Siglo XIX. El maestro juguetero Flaversham ha sido secuestrado por el malvado Profesor Rátigan, un genio del crimen que planea utilizar las artes de su prisionero para oscuros propósitos. Sin embargo, su hija Olivia ha conseguido escapar y contacta con el detective Basil, el mejor de su oficio en toda la ciudad. Basil, junto a su colega el Doctor Dawson y otros amigos como su perro Toby, se pone en marcha para desbaratar la conspiración de Ratigan. Comienza la aventura más peligrosa de su vida.
Otra película totalmente incomprendida de la llamada "Edad Oscura" del estudio de Walt Disney es esta "Basil, el ratón superdetective". Basada en el libro infantil "Basil of Baker Street" de la escritora Eve Titus, es, claramente, una versión infantil de las aventuras del mítico detective Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle. Y es una película encantadora y, además, oscura, bastante oscura, y hasta violenta. Tenemos una vez más un mundo de ratones y otros animales antropomorfos al más puro estilo de la saga de "Los Rescatadores" y Basil, el trasunto del mencionado Sherlock Holmes, y su compañero el Doctor Dawson, el de Watson, se enfrentan en este mundo al Profesor Rátigan, que no es otro que el Moriarty archienemigo de los dos detectives. La película, llena de guiños y de otros personajes que hacen referencia a los de la obra de Doyle, tiene una espléndida ambientación victoriana gris y gótica, unos diálogos fabulosos e inteligentes, un humor fino e irónico y unas escenas de acción fantásticas (el combate final en el reloj, sobrecogedor, es una absoluta maravilla, y además es una de las primeras escenas animadas de la historia en mezclar las 2D con las imágenes en 3D). Su ritmo es también una delicia (no deja parar un segundo al espectador) y los personajes tienen un carisma increible. No sólo los protagonistas principales, sino otros como el perro Toby o el murciélago Flidget (qué miedo de daba cuando era pequeño, madre mía) despuntan desde el primer momento.
Como he dicho antes, "Basil, el ratón superdetective" muestra escenas verdaderamente adultas, muy sugerentes y hasta crueles. Rattigan es una rata acomplejada de su raza que se destapa como un villano fantástico y con motivaciones creíbles (un villano Disney muy olvidado, por desgracia); su gata es una suerte de "fantasma ejecutor" de su furia, el mentado murciélago Flidget da verdadera grima (y el secuestro inicial es espectacular) y hay incluso una parte del filme que se ambienta... En un burdel. Sí, como lo oyen. En una película de Walt Disney de 1986. Es una pena que obras como ésta, "Tarón y el caldero mágico" o "Tod y Toby" hayan sido tan machacadas y vilipendiadas, porque no se lo merecían en absoluto.
Lo admito, me fascinan casi todas las películas de Disney, peor de un tiempo para acá, prefiero ver series policíacas, el suspenso y la acción, es lo más emocionante de vez en cuando.
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