Porco Rosso
miércoles, 15 de abril de 2015
AMORES PERROS de Alejandro González Iñárritu - 2000 - ("Amores perros")
México D.F. Octavio es un joven sin dinero y con una familia desestructurada que está enamorado de la novia de su hermano, a la que él maltrata: un día, decide cambiar su situación y se sumerge en el mundo de las luchas ilegales de perros. Valeria es una modelo rica que lleva una vida de lujo y que va a ver su carrera truncada de golpe por un terrible accidente de coche. El Chivo es un mendigo que vaga por la ciudad recogiendo y cuidando a perros abandonados y que malvive en un almacén abandonado... Sin embargo, guarda un terrible secreto. Las vidas de Octavio, Valeria y El Chivo están enlazadas.
"Amores perros" fue el debut fulminante del mexicano Alejandro González Iñárritu, hoy muy laureado por su reciente y para mi algo sobrevalorada "Birdman", debut con el que dio comienzo la llamada "Trilogía de la Muerte" de su director; llegarían después "21 gramos", en 2003, y "Babel", en 2006. Las tres películas, si bien son completamente independientes, tienen en común el estar compuestas de historias paralelas y complementarias en las que la fatalidad y el azar tienen un papel básico junto a la crítica social. "Amores perros" enlaza, como sus hermanas, tres historias que en este caso están ambientadas en el México D.F. natal de Iñárritu. Las tres tienen como protagonistas a personajes de todas las generaciones y de todos los estratos sociales: unos jóvenes de clase obrera, una modelo rica y un mendigo misterioso. A todos les une un accidente de coche y todos tienen perros y pasan por las terribles experiencias de tener "amores perros". Todos están maravillosamente interpretados por unos actores verdaderamente sufrientes y que consiguen llegar al espectador desde el primer momento (y en especial despunta un entonces muy joven y genial Gael García Bernal que en los años siguientes saltaría a la fama fuera de México a partir de su participación en esta obra). "Amores perros", rodada con una cámara rápida y a veces nerviosa, pero con un gran sentido del lirismo realista, es un fresco magnífico sobre toda sociedad y sobre sus divisiones de clase y, especialmente, sobre el México de nuestros días.
Iñárritu, de la mano de su compatriota Guillermo Arriaga, el también guionista de las mencionadas "21 gramos" y "Babel" (y que se estrenaría en el año 2008 en la dirección con "Lejos de la tierra quemada"), disecciona asuntos tremendamente variados pero perfectamente ensamblados como un puzzle perfecto. "Amores perros" habla de pobreza, de violencia, de clasismo, de represión familiar y sexual, de maltrato a los animales, de corrupción, de crisis interiores, de miedo a la vida y a la muerte, de relaciones personales de todo tipo, de familias rotas, de la avaricia, del terrorismo, de las luchas sociales modernas y olvidadas o de la imposibilidad de salir de un ambiente marginal. Su retrato crítico del México de nuestros días es brutal y sin concesiones: dibuja un país podrido, corrupto, violento y con unos desajustes entre ricos y pobres abismales. "Amores perros" es una magnífica joya en todos los aspectos.
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