Casey Connors, un estudiante marginado y sin amigos, encuentra en el patio de su instituto una extraña criatura que parece ser una larva... Paralelamente, nota algo misterioso en el centro... Muchos de sus docentes parecen estar repentinamente deshumanizados, sin sentimientos, como poseídos... Pronto, se da cuenta de que una terrible amenaza se cierne sobre él y sobre todos sus compañeros. Casey hará un equipo con otros estudiantes para tratar de descubrir qué es lo que está pasando. Todos son muy diferentes entre sí, pero tendrán que unir sus fuerzas a su pesar.
Robert Rodríguez me parece un director que hoy en día está muy agotado. O bien se dedica a repetir la misma fórmula una y otra vez (realizar parodias de la serie B sin pretensiones pero también sin nada más como la saga de "Machete" -y la primera me divierte mucho, aunque la segunda ya apesta-), o bien se dedica a hacer películas para niños (pero sin la inventiva ni la capacidad para que gusten a un público también adulto que tienen otros autores o compañías como Pixar) como la saga de "Sky Kids", "Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl en 3D" o "Shorts: La piedra mágica" o adaptaciones fallidas y cuadriculadas para bien y para mal como "Sin City" (en España aún no hemos visto su segunda entrega). Hubo un tiempo, sin embargo, en el que se postulaba como un director diferente, como un buen mezclador de influencias o si quieren verlo así como un Quentin Tarantino algo más desquiciado y sin el toque "intelectual" que éste tiene. El primer "El Mariachi" tenía mucha gracia y "Desperado", aunque era un total (y consciente) despropósito, también tenía gracia en su momento ("El Mexicano" ya no...), pero fueron dos películas de la segunda mitad de los noventa las que le encumbraron momentáneamente: "Abierto hasta el amanecer" y "The Faculty", dos mezclas de géneros divertidísimas, desprejuiciadas pero más o menos cuidadas, con ciertos fallos pero entrañables. De la primera ya hablé hace unos meses y hoy me toca hacerlo de la segunda.
La vi hace años, pero no resultó de mi agrado.
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